Más de 500 familias se unen a Satse para exigir la implantación de enfermera escolar en todo el país

La figura de enfermera escolar va mucho más lejos de realizar una labor meramente asistencial, ya que lleva aparejadas tareas de cuidados como el control de medicamentos, casos de diabetes, asma o epilepsia. Por otra parte, pueden actuar en situaciones de urgencia al producirse un accidente en el centro o promover, actividades informativas y de sensibilización para fomentar hábitos de vida saludable. Por este motivo, más de 500 familias se han dirigido en las últimas semanas al Sindicato de Enfermería (Satse), para trasladar estas preocupaciones.

«La incorporación de una enfermera al centro escolar representa un cambio muy importante en las vidas de miles de familias, especialmente en aquellas que tienen hijos e hijas con problemas de salud crónicos y que viven día a día con la intranquilidad de no tener asegurada la atención que requieren durante el horario escolar», recalca Satse, apuntando, además, que «favorecería en gran medida la conciliación de la vida laboral y familiar, evitando el absentismo escolar de los menores y el laboral de sus progenitores».

Los últimos datos muestran que en España hay actualmente un enfermero escolar por cada 8.497 alumnos, una cifra que queda muy lejos de las recomendaciones de las asociaciones de salud y del propio ratio europeo: Islandia cuenta con uno por cada mil alumnos, Suecia con uno por cada 450, Reino Unido con uno por cada 1.155, entre otros ejemplos.

La presidenta de la Asociación Nacional e Internacional de Enfermería Escolar (AMECE), enfermera y especialista en salud mental, Natividad López Langa, lleva más de 40 años ejerciendo el cargo en un centro educativo. Desde su experiencia, «una enfermera escolar desempeña todas las competencias profesionales durante la jornada lectiva, está integrada en la comunidad educativa y participa en todas las actividades del colegio de manera interdisciplinar con los profesionales docentes y no docentes que hay en los centros, por lo que debería ser una especialidad más a desarrollar de manera oficial».

Por otra parte, desde Satse se ha recordado que las enfermeras pueden promover la educación para la salud, tanto individualizada y colectiva al alumnado, padres y madres y docentes, así como actividades formativas (talleres, seminarios, charlas), sobre hábitos de vida saludables, pautas correctas de alimentación, prevención de trastornos de la conducta alimentaria, drogodependencias, adicciones, autocuidado, salud afectivo-sexual.

«Con el inicio del nuevo curso escolar 2022-2023, y una vez constatado que, salvo algunas excepciones, la inmensa mayoría de centros educativos públicos siguen sin contar con una enfermera escolar, cerca de 500 madres y padres han manifestado su malestar a Satse, al igual que ha quedado reflejado también en diferentes medios de comunicación», comentan desde Satse.

Ante esta realidad, la organización sindical sigue animando a los padres y madres que, a través de la página web enfermeraescolarya.es, rellenen el modelo de carta pidiendo la implantación de la enfermera escolar en su colegio e instituto.

En lo que respecta al modelo de implantación a seguir, el Sindicato remarca que hay que establecer criterios normativos homogéneos en toda España.

«Cada vez son más las voces de madres y padres que demandan que se garantice el derecho a la salud de sus hijos e hijas en los centros en los que pasan gran parte de su tiempo y estamos convencidos de que su arrojo y tesón logrará, más pronto que tarde, que las distintas administraciones públicas hagan caso a este clamor generalizado y apuesten, sin medias tintas, por la enfermera escolar», apuntan desde Satse.

La organización subraya que, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud y otros organismos e instituciones han evidenciado que la enfermera escolar constituye una figura fundamental para garantizar que los centros educativos sean más saludables y seguros.

En lo que respecta al modelo de implantación a seguir, el Sindicato remarca que hay que establecer criterios normativos homogéneos en toda España, en cuanto a competencias, dependencia y grado de participación en la comunidad educativa, y, una vez asignado cada colegio al centro de salud de referencia, la enfermera debe pertenecer al centro de salud «a todos los efectos, pero llevando a cabo su actividad profesional exclusivamente en el centro educativo».