Enfermedades neurológicas

Investigadores españoles respaldan que el ejercicio aeróbico reduce los marcadores del alzheimer

La actividad física protege las células cerebrales sanas

Practicar deporte restablece el equilibrio del cerebro envejecido

alzheimer
Lo recomendable es andar media hora a paso ligero.

Fact checked

×

Este artículo de OkSalud ha sido verificado para garantizar la mayor precisión y veracidad posible: se incluyen, en su mayoría, estudios médicos, enlaces a medios acreditados en la temática y se menciona a instituciones académicas de investigación. Todo el contenido de OkSalud está revisado pero, si consideras que es dudoso, inexacto u obsoleto, puedes contactarnos para poder realizar las posibles modificaciones pertinentes.

La enfermedad de Alzheimer (EA) es neurodegenerativa progresiva, que afecta la memoria, el lenguaje y el pensamiento y no tiene tratamiento curativo. Los síntomas aparecen gradualmente, evolucionan hasta un inicio insidioso y los cambios cerebrales correspondientes pueden ocurrir veinte años antes que los signos físicos y psicológicos, lo que indica el desarrollo urgente de intervenciones preventivas.

Se han investigado la actividad física, la dieta y otras intervenciones no farmacológicas como herramientas preventivas pero, mientras tanto, más de seis millones de estadounidenses viven con EA y las estimaciones para 2050 alcanzan los 12,7 millones de personas, como documenta un estudio de ‘iScience’.  Según la Fundación Pascual Maragall,  la asociación Alzheimer Europe, estima en 852.741 las personas que padecían demencia en 2018 en España, cifra que se elevará hasta 992.000 personas afectadas en 2025, y más de 1,7 millones en el año 2050.

Nuevas evidencias 

Y, precisamente, la actividad física acaba de ser objeto de una nueva investigación sobre su papel protector en la enfermedad de Alzhéimer. El trabajo, publicado en la revista ‘Brain Research’ y dirigido por científicos de la Universidad de Bristol (Reino Unido) y la Universidad Federal de São Paulo (Brasil), dirigidos por Dr. Augusto Coppi, de la última universidad citada, ofrece nuevas esperanzas contra el trastorno. 

La investigación se centró en el hipocampo, la región del cerebro responsable de la memoria y el aprendizaje, y midió el impacto del ejercicio aeróbico en marcadores clave de la enfermedad como las placas amiloides, ovillos de tau y la acumulación de hierro en las células productoras de mielina conocidas como oligodendrocitos. Todos ellos son ‘vitales’ para la patología.

Los resultados revelaron que los roedores que completaron un programa de ejercicio aeróbico estructurado experimentaron: reducciones significativas en los ovillos de tau (alrededor del 63% con el ejercicio), las placas amiloides (alrededor del 76% en el grupo de actividad física) y la acumulación de hierro (reducida en aproximadamente el 58% en los cerebros de roedores que hacían ejercicio).

Y no sólo. Al parecer la actividad mejora la salud de las células cerebrales, incluido un mayor número de oligodendrocitos protectores. También disminuye la inflamación cerebral y mejora la comunicación entre las células cerebrales, restableciendo el equilibrio crítico en la función del cerebro a medida que envejece.

Acciones

Los autores del trabajo establecen como conclusión: integrar el ejercicio aeróbico regular en la vida diaria podría desempeñar un papel crucial a la hora de retardar o prevenir la progresión del Alzheimer

Defienden, además, que las iniciativas de salud pública deberían dar prioridad a los programas de deporte adaptados a las poblaciones que envejecen

Con todo, los investigadores ahora están planeando ensayos clínicos en humanos para confirmar los efectos protectores observados en modelos de roedores.

Lo último en OkSalud

Últimas noticias