Las infecciones quirúrgicas matan a más de 7.000 españoles: se podrían prevenir más de la mitad
La mortalidad bruta fue significativamente mayor para los pacientes infectados que para los no infectados (11,04% vs 5.87%)
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En el año 2016, el Sistema Nacional de Salud publicaba un documento bajo el cual se insistía en alcanzar la infección quirúrgica zero en nuestro país. Ocho años más tarde, más de 7.000 personas fallecen a causa de infecciones producidas tras una intervención quirúrgica, lo que origina unos costes directos de 2.025 millones de euros, según se refleja en el estudio de prevalencia puntual de infecciones hospitalaria en España (EPINE).
Las infecciones asociadas a la asistencia sanitaria (IAAS), anteriormente denominadas infecciones nosocomiales (IN) por producirse en el hospital, se definen1-2 como aquellas adquiridas como consecuencia de una intervención sanitaria en cualquier ámbito asistencial (hospital, ambulatorio, centro sociosanitario) y que no estaban presentes ni incubándose en el momento de la atención.
Dentro de estas, se define la infección del lugar quirúrgico2-6 (ILQ) como aquella relacionada con el procedimiento quirúrgico, que se produce en la incisión quirúrgica o en su vecindad, durante los primeros 30 o 90 días del postoperatorio quirúrgico, según los tipos de intervención
Este estudio observacional prospectivo se ha llevado a cabo con el seguimiento durante 30 días de todos los pacientes reclutados durante los años 2022 y 2023 y en el que han participado un total de 109.354 pacientes de 310 hospitales. De ellos, un total de 8.551 habían desarrollado alguna infección durante su estancia hospitalaria.
Según el Sistema Nacional de Vigilancia de las Infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria el 19,5 % de los pacientes ingresados en UCIs tienen al menos una IRAS (infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria), en comparación con el 5,2% de los pacientes ingresados en otros servicios hospitalarios. El 16,5 % de todos los pacientes ingresados y que presentan alguna IRAS son pacientes de UCIs. Una gran proporción de la infección quirúrgica son adquiridas en las UCIs, aunque otras veces son el motivo de ingreso en las mismas.
En España, los últimos resultados publicados por ENVINHELICS (Estudio nacional de vigilancia de la infección nosocomial en servicios de medicina intensiva) revelan que, globalmente, el porcentaje de pacientes que adquirieron alguna infección en UCI en el 2015 fue del 8,7 %
Asociación Española de Enfermería Quirúrgica
La aplicación de un programa de medidas podría prevenir más del 50% de las infecciones de sitio quirúrgico, según ha asegurado la presidenta de la Asociación Española de Enfermería Quirúrgica, Amparo Rubio.
La presidenta de la asociación ha asegurado que aplicando correctamente el Programa de Reducción de la Infección Quirúrgica del Observatorio de Infección Quirúrgica se evitarían infecciones.
Se ha recordado que la infección de sitio quirúrgico es la más prevalente relacionada con la asistencia sanitaria, en Europa, con un 19,6% y en España, con un 21,6%.
En cuanto al programa, en el quirófano no se recomienda utilizar sistemas de flujo laminar. Además, la temperatura ha de oscilar entre 21-23 grados y la puerta del quirófano debe permanecer siempre cerrada, así como limitar el número de personas dentro.
«Capítulo especial merece el tema del ruido respecto al uso adecuado de los teléfonos móviles y la existencia de evidencia de la relación entre aumento de ruido y aumento de errores», ha añadido Rubio.
También se recomienda, siempre que sea posible, el uso de técnicas endoscópicas sobre la cirugía abierta por su acceso menos invasivo.
Asimismo, Rubio ha insistido en que «se recomienda con nivel fuerte, la ducha previa, profilaxis antibiótica en los 60 minutos antes de la intervención, normotermia y, respecto al rasurado, no retirar de forma rutinaria, y, si es necesario, con maquinilla eléctrica de cabezal desechable en tiempo lo más próximo a la intervención.
Respecto a las medidas sobre el equipo operatorio, se aconseja una vestimenta exclusiva para el área quirúrgica, con mascarilla tapando boca y nariz. Por su parte, no se recomienda el uso joyas, así como uñas artificiales y laca de uñas, aunque esta es una recomendación débil.
En este sentido, se considera recomendación fuerte el cambio de guantes en distintas fases de la intervención y el cambio de material quirúrgico antes del cierre. Sin embargo, aunque es práctica bastante habitual, es de recomendación débil la irrigación de las cavidades quirúrgicas y no se recomienda el lavado con soluciones antisépticas ni antibióticas.
Del mismo modo, el presidente del Observatorio de Infección Quirúrgica, José María Badía, ha resaltado durante su intervención que «la reducción de la infección postoperatoria es una labor de equipo que debe abarcar todo el periodo perioperatorio. Los equipos quirúrgicos, con su núcleo constituido por enfermería quirúrgica, anestesistas y cirujanos especialistas, deberían ser empoderados para que sean los protagonistas del cambio. Dichos equipos quirúrgicos deben trabajar de forma coordinada con el resto de grupos hospitalarios relacionados con la infección quirúrgica».