«La falta de sueño desequilibra las hormonas, aumenta los antojos y la tendencia a consumir alimentos calóricos»
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Hay expertos que consideran que dormir ocho horas no es lo más importante, pero en lo que coinciden todos es en que gran parte de la población tiene un problema con el descanso. Parte de la culpa es de la alimentación y, encima, la falta de sueño puede hacer que engordes.
Por ello, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) ha querido destacar la estrecha relación entre dos pilares básicos de la salud: la alimentación y el sueño.
Ambos, según los expertos, están mucho más conectados de lo que creemos. Por ejemplo, el doctor José Manuel Fernández ha advertido que si no dormimos correctamente aumenta el riesgo de que suframos obesidad.
Por qué dormir mal puede provocar que acabes engordando
El coordinador del Grupo de Trabajo de Nutrición de SEMERGEN, José Manuel Fernández, ha explicado que «la falta de sueño se asocia con disfunción inmune y neurocognitiva, diabetes, sobrepeso, obesidad, estrés, accidentes y, de manera importante, con un mayor riesgo de presentar eventos cardiovasculares».
Por ello el especialista ha subrayado que «es esencial que la sociedad en general comprenda la importancia de estos dos aspectos de la salud. Nuestra alimentación y nuestros patrones de sueño están estrechamente vinculados y juntos juegan un papel decisivo en nuestra salud física y mental».
Según Fernández, no se trata sólo de comer bien o dormir las horas necesarias, sino de entender la relación entre ambos hábitos: «Los nutrientes que consumimos influyen en la estructura y calidad de nuestro sueño».
«Igualmente, el sueño afecta las hormonas del apetito, incluyendo la grelina, que aumenta el hambre, y la leptina, que ayuda a sentirse satisfecho», ha aclarado.
De hecho, el médico hace especial énfasis en que «la falta de sueño puede desequilibrar estas hormonas, aumentando los antojos y la tendencia a consumir alimentos más calóricos o ricos en azúcares y grasas».
Además, ha posicionado a los médicos de familia como unos actores principales para identificar el problema: «Tenemos una posición única para observar y tratar los patrones de vida de nuestros pacientes. Es imperativo que eduquemos sobre la importancia de estos dos hábitos».
La falta de sueño engorda y nos hace comer peor
La doctora Susana Primo, también integrante del Grupo de Trabajo de Nutrición de SEMERGEN, ha señalado que «actualmente hay una tendencia a dormir menos horas, lo que, según diferentes estudios, está relacionado con el aumento de la obesidad».
Primo ha detallado que «la reducción del sueño afecta a las hormonas reguladoras del apetito, provocando un incremento de la sensación de hambre y una tendencia a elegir alimentos menos saludables. Igualmente, al estar más cansados se reduce el ejercicio físico y aumenta el sedentarismo».
En resumidas cuentas, la combinación de mala calidad del sueño, peor elección alimentaria y una menor actividad física es lo que crea un círculo vicioso que impacta en nuestra salud metabólica.
Recomendaciones para que tengamos las horas de sueño necesarias
Algunos expertos ya explicaron cuáles son los hábitos imprescindibles a partir de cierta edad. Uno de los que siempre se destaca es el respeto a nuestras horas de sueño.
Desde el apartado de la alimentación, SEMERGEN ha recomendado evitar alimentos ricos en tirosina y fenilalanina, como la carne roja, los huevos o el jamón.
En cambio, ha sugerido incluir productos con magnesio y triptófano, como los lácteos, el pescado azul, los plátanos y las nueces.