¿Cómo me libro de la otitis del bañista?
Aunque nos bañemos en piscinas con aguas tratadas o en playas con bandera azul, la otitis externa puede aparecer porque en nuestros oídos ya hay presencia previa de bacterias
Otitis: síntomas y tratamiento
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La otitis externa aguda, también conocida como «otitis del bañista» o «del nadador» es una infección que, en verano, se convierte en un motivo frecuente de consulta con el médico. Puede afectar a adultos, pero sobre todo la presentan los niños. Se produce porque los restos de agua que quedan en el conducto del oído crean un ambiente propicio para la proliferación de bacterias, y afecta al conducto que va desde el tímpano a la parte externa de la cabeza.
Julio Maset, experto médico de Cinfa, explica: «Durante el periodo estival, se conjugan dos factores que constituyen, literalmente, un perfecto caldo de cultivo para las bacterias: el aumento de las temperaturas y la mayor disposición de tiempo libre nos llevan a poder disfrutar más a menudo de refrescantes chapuzones en las piscinas, el mar, el río o cualquier otro medio acuático, lo que puede producir un exceso de humedad en el conducto auditivo».
Este exceso de humedad provoca, por una parte, que la piel que recubre el oído externo se reblandezca y descame; por la otra, favorece la proliferación de los gérmenes -generalmente, bacterias-, que, en la piel macerada del oído, se multiplican con facilidad y pueden originar la infección e inflamación del conducto auditivo externo.
«Aunque nos bañemos en piscinas con aguas tratadas o en playas con bandera azul, esta otitis externa puede aparecer porque en nuestros oídos ya hay presencia previa de bacterias. Lógicamente, si la calidad de las aguas no es buena -lo que puede ocurrir en pantanos, playas sin bandera azul, piscinas con agua no tratada o muy masificadas-, la posibilidad de desarrollarla es mayor», aclara el experto.
Cómo para prevenir la otitis del bañista
1. Sécate bien el oído después de bañarte. Después de cada baño o ducha, es necesario que seques bien tu canal auditivo, pero, ojo, sin utilizar ni introducir en él bastoncillos o cualquier otro objeto, ya que las erosiones en la piel que lo recubren aumentan el riesgo de desarrollar una otitis externa. Lo recomendable es usar la esquina de una toalla o paño limpio para secarte.
2. Al salir del agua, inclina la cabeza hacia los dos lados. De esta manera, facilitarás que el agua salga del interior del canal auditivo. Posteriormente, acuérdate de secar su parte externa con la punta de una toalla o paño limpio.
3. Usa tapones. Si tienes propensión a la otitis o padeces una perforación del tímpano, es muy recomendable que uses tapones, ya que estos se amoldan al interior del oído sin lesionarlo ni permitir que entre el agua. Asegúrate de que los insertas correctamente en el canal auditivo, para lo cual es conveniente seguir las instrucciones del fabricante.
4. Opta por el gorro de baño. Este accesorio puede contribuir igualmente a reducir el riesgo de otitis tanto en el mar o la piscina como cuando te duches en casa, si te aseguras de que cubre tus orejas. Aprende a ponértelo haciendo vacío con las manos para evitar que el gorro se mueva al nadar o bañarte y deje pasar agua a tus oídos.
5. Reduce el tiempo que permaneces en el agua. Sobre todo, si eres propenso a contraer otitis en verano, evita baños demasiado prolongados. En el caso de los niños, asegúrate también de que no pasan demasiado tiempo en el agua y de que, al salir, se secan correctamente los oídos.
6. No te bañes en aguas contaminadas o sucias. Ello incluye desde algunos pantanos hasta playas sin bandera azul, piscinas con agua no tratada o muy masificadas. En caso de que dudes de la calidad del agua, evita bañarte.
7. No confundas cera con suciedad. El cerumen que se forma en los oídos, lejos de ser un signo de una higiene deficiente, evita que penetren en el canal auditivo los gérmenes o que este se irrite en caso de que entre agua. Dado que el cerumen se expulsa por sí solo, solamente es necesario quitar el que sale al exterior utilizando, como ya sabemos, agua y jabón suave y la punta de una toalla.
8. Acude al otorrinolaringólogo o pediatra, si se presentan síntomas de otitis. El profesional sanitario determinará su origen y prescribirá el tratamiento más adecuado. En ningún caso, te automediques o mediques a tus hijos.