Zapatero, amigo de dictadores

Zapatero
  • Graciano Palomo
  • Periodista y escritor con más de 40 años de experiencia. Especializado en la Transición y el centro derecha español. Fui jefe de Información Política en la agencia EFE. Escribo sobre política nacional

Felipe González, que no puede verle ni en fotografía, lo ha dejado claro: tras el paso de Zapatero por el  Gobierno, el Partido Popular ganó con mayoría absoluta. ¡Ahí lo deja! Y es más que suficiente.

Dejó España como un solar económico con un déficit inexportable, el PSOE tuvo que esconderle para posteriormente buscar protagonismo en causas algunas de las cuales son materia para el Tribunal Penal Internacional. Es uno de los personajes más odiados por un gran parte de la sociedad española; se cree un enviado de la divinidad para salvar al mundo hispano de todas las maldades que perpetran aquellos que no son de su cuerda, eso sí, envuelto su ego con formas que abandonan cuando la ocasión lo merece de acuerdo con sus intereses.

Mucha gente se pregunta, ¿de qué vive Zapatero? ¿Quién paga sus constantes viajes, por ejemplo, a Venezuela? ¿Cómo ha pagado sus casas que no son «protegidas»? Ni siquiera voy a detenerme en el trabajo de sus hijas en la Venezuela chavista o en la China de un dictador con la bota de un Partido Comunista irredento.

Lo que los demócratas españoles (mucho más los venezolanos a los que los amigos de ZP han robado las elecciones, la dignidad y el pan) no le perdonarán nunca es su permanente blanqueado de una dictadura feroz, su proximidad a un genocida perseguido por la Corte Penal Internacional y el no reconocer que el líder de la oposición, Edmundo González Urrutia, ganó por goleada a un gobierno narcocorrupto y asesino. Entre los asesinados tuvo amigos, también entre los «desaparecidos».

Hace una semana pedí desde esta misma columna que, para deshacer bulos y la desinformación sobre su persona, hiciera público su patrimonio y sus cuentas, entre otras cosas, porque sigue cobrando de los impuestos de los españoles. También que confirme o no sus relaciones con un inversor chino al que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) mantiene bajo estrecha vigilancia. Pero se dedica a otra cosa, eso sí, quejándose permanentemente de que se difunden infamias contra él.

Claro que por unas hijas se alía cualquier padre responsable hasta con agentes comunistas de Xi Jinping.

Ni siquiera le exigimos (los españoles tienen una deriva a olvidar las cosas que han padecido) que cuente cómo metió a España en un referéndum sobre la Constitución Europea que al final resultó papel mojado. ¿Se lo ordenó el entonces presidente conservador de Francia, Jacques Chirac?

Le encanta consumir horas y horas en televisión y jamás habla de estas cosas que es lo que realmente interesa a los ciudadanos a los que su poder les ha salido muy caro. Y les sigue costando.

PD. Miércoles 12 febrero.10:20 horas. Espejo Público. Susana Grisso pregunta: ¿Venezuela es una dictadura? ¿Maduro es un dictador?

Respuesta: He conseguido que liberen a tal o cual… Silencio.

¿Si consigue liberar a presos políticos es que hay presos políticos y, por lo tanto, es una dictadura? ¿O no?   

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