Vicente Gil: «A Sánchez y Begoña les gustaría okupar el hueco de Franco en el Valle de los Caídos»

Ver vídeo

Imaginen hasta dónde estará de corrupción el gobierno de Sánchez que, en su desesperación, el felón de La Moncloa tuvo que montarse el numerito de los huesos en el Valle de los Caídos para intentar desviar la atención. Fue tan patético y obsceno que hasta la prensa oficial tuvo un resquicio de vergüenza y lo ocultó.

Sánchez es tan torpe, además, que se equivocó de osario y se hizo las fotos con restos de caídos del bando nacional, asesinados por la República. Dicho de otra forma. Sánchez visitó los restos de personas asesinadas, entre otros, por el PSOE, que, en aquellos años, era especialista en la tortura, el tiro en la nuca, la violación de monjas, la profanación de tumbas (como ahora), la quema de conventos con curas dentro, las chekas, las sacas y las zanjas. Eso fue lo que llevó a España a la guerra civil.

En el PSOE están fatal con el caso Koldo y los líos de Begoña Gómez. Muy desesperados con tal de que no hablemos de los chanchullos de la mujer de Sánchez.

Por cierto, ¿alguien sabe algo de Ábalos? Está missing, como querían. ¿Alguien duda a estas alturas -como dijimos aquí- que lo de pedir su dimisión fue un teatrillo para colocarlo en el gallinero del Grupo Mixto, perderlo de vista, mantener su aforamiento y que siguiera cobrando?

A Koldo y a Ábalos se les ve, estos días, por separado, en cafeterías y barras de bar de Madrid y Navarra, taciturnos, aunque en realidad a Sánchez le gustaría, si pudiera, hacerlos desaparecer en la cripta del Valle de los Caídos, entre cajas de huesos. El PSOE sabe mucho, también, de cal viva. ¿Se acuerdan de los GAL? Pablo Iglesias se lo recordó a Sánchez en el Congreso antes de meterlo en el Gobierno.

Ahora, Moncloa resucita, de nuevo, el comodín de Franco porque vienen tres elecciones. En julio les funcionó el rollo del fascismo y de Vox y necesitan cerrar filas con su tropa de votantes incultos y sectarios. Son esos millones de españoles que, entre la Hacienda de María Jesús Mentiras y las comisiones ilegales, se dejan robar a gusto por los socialistas con tal de que no gobierne la derecha.

Y si el Franco-modín no les funciona, se sacan las goteras del piso de Ayuso como gran escándalo nacional. Leer El País estos días es como leer El Jueves. Una vez han echado, incluso, a Cebrián, ahí no van a quedar ni los ordenadores.

La exhibición caprichosa de huesos en el Valle de los Caídos para intentar desviar la atención ha sido una ofensa para los familiares de los dos bandos. Sánchez, por supuesto, no pensó en que esos fémures, clavículas, costillas y cráneos fueron alguna vez de un ser humano.

Vista la metedura de pata, Moncloa ha tenido que organizar rápidamente una visita a los familiares de los caídos en el bando republicano. Por supuesto, a los familiares de los caídos en el bando nacional que les den morcillas.

Esta es la concordia del PSOE. Hubo más concordia en la construcción del Valle de los Caídos que la que pueda siquiera imaginar Sánchez en un microsegundo. No hay más que leer el decreto firmado por Franco para su creación con la finalidad -se decía- de que jamás volviera a repetirse un enfrentamiento civil y de darle sepultura digna a restos de soldados de ambos bandos que no pudieron identificarse en aquel momento y que, de otra forma, hubiera terminado en una fosa común.

Pero hay más. El capricho del sátrapa monclovita puede haber metido en un lío a los forenses que le acompañaron porque las exhumaciones están legalmente paralizadas y hay quien está pensando en querellarse contra ellos. Esto es lo que pasa, señores forenses, por no tener personalidad y no negarse a semejante y necrófila visita para que el tarado de Moncloa se hiciera un teatrillo y unas fotos. Merecerán esa querella si llega.

Ha sido todo tan ridículo y burdo, que la visita a Cuelgamueros ha dado rienda suelta al humor negro, tan español. Sánchez, vestido como si fuera un anuncio de Balay o el hombre blanco de Colón, el detergente, y, a su lado, el ministro Ángel Víctor Torres, señalado por Koldo como una de las personas con las que trataba directamente la venta de mascarillas fake. Que se deje de visitar huesos y que nos explique la corrupción de su gobierno en Canarias.

El caso Koldo y los mangoneos de Begoña Gómez tiene a Sánchez, a su equipo de pelotas monclovitas y a sus medios y tertulianos a sueldo muy desesperados. Porque esto no ha hecho más que empezar.

En OKDIARIO estamos publicando estos días la suerte que ha tenido la consultora de Carlos Barrabés con adjudicaciones públicas desde que este empresario aragonés conoció a Begoña Gómez y ella le firmaba recomendaciones de su puño y letra. Es el consultor que puso en contacto a Begoña Gómez con la empresa rescatada por el Gobierno con 475 millones de euros y el mismo consultor que, después, le montó a Begoña el máster de la Complutense para captar fondos públicos.

Hablamos de millones de euros en contratos públicos para empresas que los consiguieron con la implicación personal de la mujer del presidente del Gobierno. La pregunta es: ¿A cambio de qué lo hizo Begoña Gómez?

El chorreo de informaciones sobre los tejemanejes de la mujer de Sánchez es insostenible. Carlos Barrabés es de Benasque (Huesca). Begoña Gómez se fue a esquiar a Benasque días después de firmar, de su puño y letra, la carta gracias a la cual las empresas de Barrabés obtuvieron casi 20 millones de euros en contratos públicos del Gobierno. Begoña Gómez estuvo alojada en un pequeño hotel de Cerler que regenta un conocido miembro del PSOE de Benasque.

¿A qué se ha dedicado estos años Begoña Gómez mientras vive en Moncloa y es esposa del presidente del Gobierno? Por lo pronto, a participar en Rusia, el 10 de septiembre de 2019, en una reunión de la Organización Mundial del Turismo sobre África en la que sólo había ministros africanos. Begoña Gómez, como atestiguan las fotos y vídeos, fue presentada como «primera dama» de España.

¿Qué pintaba Begoña Gómez allí si eran todos representantes oficiales de gobiernos? Yo se lo cuento.

Cuando la nombran directora del Africa Center del Instituto de Empresa, ella no tiene ni idea de nada porque, hasta ese momento, sólo se había dedicado profesionalmente a la contabilidad de los prostíbulos y saunas de su padre y de su tío. La empresa rescatada por el Gobierno con 475 millones le abrió las puertas de la OIT y de numerosas personalidades del turismo y de África para que a ella le fuera bien profesionalmente. ¿Qué dio a cambio Begoña Gómez?

En esa visita a Rusia, Begoña Gómez se entrevistó a solas en la habitación de su hotel con uno de los propietarios de esa empresa y con Víctor de Aldama. En el hotel de San Petersburgo, Begoña Gómez pidió expresamente a los guardaespaldas que se fueran y que le dejaran a solas con ellos.

De esa visita a Rusia surgieron, además, más contactos profesionales para Begoña Gómez. Por ejemplo, el contacto con la influyente asociación de empresarios APD de Marruecos, con sede en Casablanca. La APD es un lobby del régimen de Mohamed VI.

Era el tiempo en el que el teléfono de Pedro Sánchez estaba hackeado por Pegasus y, por tanto, sus conversaciones, mensajes y archivos terminaron en manos de terceros. ¿Qué había en el teléfono de Sánchez que le espió, supuestamente, Marruecos?

¿No les parece que toda esta basura debería ser explicada? ¿No les parece que es para dimitir en un país democrático normal? ¿No les parece todo bananero y bolivariano?

¿Imaginan si esto lo hubiera hecho la mujer de Feijóo o de Abascal estando en el Gobierno? España hubiera ardido con disturbios, violencia, contenedores quemados y la fiel infantería mediática lanzada sobre lo que ahora los periodistas del régimen tratan de ocultar con descaro y desvergüenza.

En Moncloa y el PSOE están muy desesperados. Lo del Valle de los Caídos, lo de Broncano en TVE, lo de El País y la Ser con Ayuso, etc… no es más que el síntoma.

Aunque no descarten otra cosa conociendo el ego enfermizo del personaje. Que, en realidad, Sánchez fuera al Valle de los Caídos a tomarse medidas para okupar el lugar que dejó Franco. Nuestro Franquito nacional, como le llama Inda, está a cinco minutos de pedir que a Begoña y a él les entierren en el hueco que dejó el caudillo.

Lo último en Opinión

Últimas noticias