Vacaciones en Canarias… O el porqué del éxito del Tigre Celta

Vacaciones en Canarias… O el porqué del éxito del Tigre Celta

Un buen día de las últimas Navidades, Michael D. Higgins, y su esposa,
Sabina Coyne, tomaron un vuelo regular de Ryanair de Dublín rumbo a Las
Palmas de Gran Canaria, para pasar unos días de asueto. En esas mismas
fechas, Pedro Sánchez y su esposa, Begoña Gómez, subieron a bordo del
Falcón del ejército del aire para volar a Lanzarote.

El gasto público en Irlanda, en 2018, fue del 25,7% sobre el PIB; en España,
del 41,3%. Irlanda, en 2013, tenía un gasto público equivalente al 40,3%
de su PIB, mientras España lo tenía del 45,6%. Irlanda fue intervenida y
rescatada a causa de sus problemas en el sector financiero y en el
inmobiliario. En 2012, España fue rescatada, aunque siempre se diga que
de aquella manera que es una forma ambigua de decir que sí o que no,
según dependa. Irlanda se puso a hacer los deberes y el peso de su gasto
público en porcentaje sobre el PIB ha ido cayendo ejemplarmente.
España, por su parte, ha ido diciendo que bajaba el gasto público, que éste
era el gran reto de nuestras finanzas públicas, y de 2013 a 2018 ha
rebajado su gasto público en 4,3 puntos. Irlanda, en ese mismo lapso, lo
ha disminuido en 14,6 puntos.

Míster Higgins pagó de su bolsillo el viaje a Canarias con su esposa, gastó
con cargo a su renta y fomentó la actividad económica de una compañía
irlandesa. Míster Higgins es el presidente de Irlanda. Nuestro presidente
aumentó el gasto público español viajando a Canarias, tirando de Falcón.

Esta moraleja, o cuento con tintes económicos, podría terminar aquí. Sería
un final más o menos adecuado. Pero, permítame, que me extienda un
poco más porque quizás detrás de una rebaja tan sustancial del peso del
gasto público sobre el PIB haya otros elementos esclarecedores de porqué
un país tira y otro no.

Otra consideración adicional. El déficit público en España en 2018 fue,
según Eurostat, de 29.982 millones de euros, el 2,5% de nuestro PIB, en
tanto que Irlanda obtuvo un superávit de 46 millones de euros.
Más cosas. El PIB de Irlanda en 2013 sumaba 179.000 millones de euros;
en 2018, superó los 318.000 millones. La economía irlandesa crece en
torno al 7% y en 2015 impulsó el PIB en el 25,1%.

El paro en Irlanda ronda el 5% y el desempleo juvenil, el 13%. En España,
según la EPA del primer trimestre de 2019, nuestro paro se cifra en el
14,7% mientras el paro juvenil se acerca al 34% en el mes de marzo.

Hablemos de impuestos. Irlanda recauda por el Impuesto sobre la Renta
de las Personas Físicas el 7,3% del PIB y España el 7,5%. Irlanda recauda
por el Impuesto sobre Sociedades el 2,8% del PIB y España, el 2,3%.

Irlanda ingresa por cotizaciones sociales un 4,3% del PIB; España el 12,3%.
Irlanda dejó atrás la intervención y devolvió el dinero que se puso a su
disposición a través del rescate, con su economía rugiendo como un
auténtico “tigre celta”.

Irlanda está ahí, dándole con fuerza y repleta de vigor, y acá estamos
nosotros, simplemente, tirando…. Lecciones celtas para nuestro cuaderno
de bitácora por más que algunos fariseos esgriman que Irlanda hace
competencia desleal en materia fiscal. La fuerza de los guarismos
desmiente rotundamente cualquier insinuación al respecto.
Irlanda, superando rescate e intervención y devolviendo el dinero que se
le dio, demuestra tino y cordura. La efectividad de un modelo, el irlandés,
frente a la incompetencia de otro, el nuestro.

Lo último en Opinión

Últimas noticias