Va por ustedes

Va por ustedes

Resulta difícil imaginar mayor inyección de moral para aquellos que aman a España y que han sido, sistemática, obsesiva y compulsivamente acosados y vejados por el separatismo a lo largo de estos años, que las exposiciones de los cuatro fiscales de la causa del 1-O –Javier Zaragoza, Consuelo Madrigal, Jaime Moreno y Fidel Cadena–, que, desde hoy, y durante los próximos meses, defenderán que los golpistas encausados cometieron el delito de rebelión en la comunidad autónoma catalana. Por fin la puesta en escena, empírica y aplastante del imperio de ley frente al discurso bélico, irracional, falaz, ofensivo y, sobre todo, impune del separatismo. Con una diligencia jurídica quirúrgica frente al comisionado reo, tribal, dictatorial y de un carácter violento innegable que aún se refleja de una forma particularmente evidente y definida en los rasgos de los ex presidentes de Omnium y la ANC, Jordi Cuixart y Jordi Sánchez. Los dos brazos civiles del levantamiento auspiciado por las autoridades del antiguo gobierno de la Generalidad Catalana. Los dos mandriles batasunos que sublevaron, y aún sublevan desde el teléfono de la penitenciaría, a la Kale Borroka de los CDR para seguir ocupando al efecto carreteras, calles, edificios públicos y, sobre todo, para seguir sometiendo a los guardia civiles y a sus familias a un incesante acoso en Cataluña.

Recuerdo a los dos matones que se paseaban por el Parlament hace año y medio en plena ejecución administrativa del golpe de Estado, como si fueran Moisés abriendo el mar rojo. Entre los periodistas allí empotrados durante la semana del 1-O, abriendo y cerrando los despachos sin haber pasado por las urnas. Con la responsabilidad de poner en marcha la maquinaria de acción de la violencia de forma piramidal y fuera de los muros de la sede parlamentaria. Se aseguraban de que se consumaba cada punto del manual de las guerrillas callejeras: detectar, rodear, y agredir a los “periodistas” que no hablaran el idioma de su nación paralela, acudir a los lugares de alojamiento de la Policía Nacional y la Guardia Civil, que no estuviera desplegada en la calle en ese momento, para arrinconarlos contra natura hasta el punto de que aquellos bares que se atrevieran a servirles comida, tuvieran que hacerlo con nocturnidad y en la puerta del hotel. Hoy, esos dos capos, junto al resto de la cúpula mafiosa, involucionada y totalitaria, se han sentado, por fin, ante el Gobierno de las leyes en lugar del de los Mengeles que les amparaban, y del del presidente socialista caducado que, durante los últimos meses, ha estado maltratando la soberanía nacional, garantizando las prebendas a los extorsionadores, y tratando a nuestros jueces con el respeto y la alevosía con la que un tipo sin escrúpulos trataría a una “golfa”.

Hoy, Zaragoza, Madrigal, Moreno, y Cadena, han aplastado en una pugna abierta y directa, los conceptos pervertidos y manoseados por los separatistas con la connivencia de las cadenas televisivas. Que es mentira que “si se celebra el juicio, se tumba la democracia” porque “es justo, al contrario: este es el juicio del triunfo del Estado de Derecho, de la democracia y de la igualdad ante la ley. Que los precursores del racismo institucional más explícito del S. XXI, no son Dios, sino, únicamente hombres. Que nuestra Policía y Guardia Civil, vértice fundamental del victimismo independentista ante la comunidad internacional, como bien ha remarcado Zaragoza, “no fueron represivos ni provocaron miles de heridos, sino únicamente dos, y que identificar el uso legítimo y proporcionado de la fuerza policial con la tortura y los tratos inhumanos y degradantes es un disparate jurídico.

Y que la responsabilidad de los hechos violentos derivados del 1-O es de los que, conociendo la ilegalidad del referéndum que iban a celebrar, movilizaron a miles de ciudadanos y les usaron como muros humanos para lograr sus fines”. Va por ustedes; por los jueces y fiscales que han soportado y soportan el abandono de este Gobierno y la presión de la inmundicia política. Por nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y su sacrificio, por los periodistas acosados. Por todas sus familias. Por toda la valentía que nos han demostrado a pesar de la jactante impunidad nacionalista. Por fin ley y no política. Va por ustedes.

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