Sube & Baja, por Jaime Peñafiel: semana del 25 al 31 de enero de 2025
SUBE: Ana Botín
Presidenta del Banco Santander, elogiada por el presidente de los Estados Unidos Donald Trump en el gran escaparate mundial que es el Foro de Davos, donde realizó una intervención telemática con estas palabras: «Conozco muy bien tu banco. Has hecho un trabajo fantástico». La señora Botín le dio la enhorabuena a Trump por su victoria histórica y aprovechó para recordarle que el Banco Santander tiene 170 millones de clientes en todo el mundo, también en los Estados Unidos, agradeciéndole con gran satisfacción su interés por la desregulación y la reducción de la burocracia.
SUBE: Carmen Lomana
La socialité de 76 años, de indiscutible elegancia, a quien conocí cuando llegó a Madrid para ser famosa paseando por la calle de Serrano. Su belleza de joven viuda de 49 años de Guillermo Capdevila, fallecido en accidente que la dejó millonaria, e inasequible al desaliento que las críticas podrían producirle, logró superar aquella etapa porque, como ha reconocido, «yo no tengo por qué justificarme de quién soy». Aunque, en contradicción a lo que dice, publica sus memorias con el coherente título de Pasión por la vida (La Esfera), en las que recuerda con amor a su marido, a quien debe no sólo su patrimonio sino ser un personaje mediático con dinero suficiente para vivir bien. «Aunque no pretende volver a casarse», quiere morirse siendo viuda. Pero ocasiones para dejar de serlo ha tenido, tiene y tendrá. ¡Felicidades, guapa!
SUBE: Clint Eastwood
El famosísimo actor y director norteamericano, leyenda de Hollywood, quien a sus ¡94 años! se ha vuelto a enamorar después de haber perdido, el pasado mes de julio, a su esposa Christina a causa de graves problemas cardiacos. Sólo seis meses después de esta tragedia, el actor ha decidido rehacer su vida sentimental. Una fuente cercana al actor justifica la decisión y las críticas de haber olvidado tan pronto a su esposa, porque a su avanzadísima edad tiene que disfrutar al máximo la vida que le queda.
BAJA: María Blasco
La que fuera polémica directora científica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) desde 2011 ha sido destituida esta semana por todo el conflicto erigido durante su mandato. Nadie se explica cómo ha podido continuar tanto tiempo en el cargo a pesar de la falta de transparencia en su gestión y el desaliento entre el equipo científico y el personal que la denunciaron por acoso laboral, trato vejatorio y abuso de poder al menos en diez ocasiones. En algunos de los casos, y aunque la gerencia mantuvo una seria de reuniones con los afectados, se llegó a los tribunales de Justicia, señalando las mentiras y los ataques continuos a tres personas, a las que les supuso una situación de tal estrés que necesitaron ser atendidas por un profesional y quedar en reposo 24 horas.