Sr. Óscar Puente: ¿dimite?

Óscar Puente Milei

“No vamos a dar un cambio de 180 grados. ¡Vamos a dar un cambio de 540!
Vamos a sacar a pasear a toda la casta por los 360 grados y, además, le
metemos el cambio de 180 grados”. Javier Milei

Entre “bulos” andaba encerrado el Presidente Pedro Sánchez mientras enceraba su máquina del fango, cavilando cómo hacer una vez más de la necesidad virtud. Esconderse y victimizarse era clave para desviar el foco mediático de la presunta corrupción de Begoña, su mujer, y el populismo de la confrontación ha sido necesario para que Pedro, sea inmune ante los suyos de cualquier fechoría. Como sabrán, ¡soy libertaria! Absolutamente libertaria. No soy ni de derechas, ni tampoco de izquierdas, simplemente concibo mi idea social desde la libertad por encima de la falacia de papá Estado y del sector público. Y no crea que es una opinión preconcebida, más bien es una opinión profundamente meditada. Una vez, el famoso economista John Kenneth Galbraith en su obra “La sociedad opulenta”, asumió la necesidad de incrementar el tamaño del sector público, cuestionando el capitalismo por haber pecado del enriquecimiento excesivo de las masas. Donde por algún tiempo un tercio de la población estaba en la pobreza, ahora toca lidiar con las penurias que padece el sector público. Esta afirmación, convertida más en un capricho que en una necesidad del Sr. Galbraith, sigue vigente hoy en día, nada menos que más de 65 años después y se sujeta en el supuestamente lúcido argumento de que el desequilibrio es claro, ya que si miramos a nuestro alrededor y observamos las situaciones en las que funciona el Estado, es evidente que necesitamos más recursos para financiarlo. Las escuelas están llenas, el tráfico urbano es excesivo y está congestionado, las calles están sucias y los ríos están contaminados, la delincuencia es rampante y los tribunales de la justicia así como las listas de espera de los hospitales están saturados. Todas ellas son áreas reservadas al funcionamiento y a la titularidad del Estado y claro, la única hipotética y perversa solución para estos evidentes defectos consiste en seguir desviando más dinero del sector privado al sector público. ¡65 años después, mismos problemas!

Y no es de extrañar, puesto que como queda demostrado hoy en día, la única y verdadera preocupación del poder es perpetuarse en él, ¡pase lo que pase! La guerra ideológica es una realidad y cuanto mayor es la ambición y anhelo del poder, peores son las consecuencias, y exactamente esto es lo que pagamos los ciudadanos, con una casta que el tamaño desmesurado del Estado no les importa tanto como sí el control y el maldito poder. Así lo demostraba este pasado fin de semana Óscar Puente, justo la misma semana en la que un Sánchez herido y radicalizado salía a defender el socialismo con un discurso más propio de Pablo Iglesias que de un líder de centro izquierda. Y es que amigos, este gobierno que detesta semánticamente este ente perverso creado de manera propagandística; “la derecha y la ultraderecha”, es en realidad un gobierno radical comunista (SUMAR, BILDU, PODEMOS), independentista (BILDU, JxCAT, PNV y ERC), de derecha (PNV) y de extrema derecha (JxCAT). Y por supuesto que existe una máquina del fango, pero contrariamente de lo que nos quieren hacer creer de manera propagandística, la máquina del fango nació y creció de la mano de Rodríguez Zapatero y su; “nos conviene que haya tensión” y que ha sido llevada con exquisita pulcritud por el artesano de los bulos, el propio Pedro Sánchez, un líder que ha hecho del bulo y la mentira su arma política. No es tan raro, al fin y al cabo, cree el ladrón que todos son de su condición,… ¿No era así el dicho popular? Y es que señores, este gobierno no hace más que superarse, oigan. La misma semana en la que Sánchez se proponía terminar con la máquina del fango para evitar los bulos de los ‘pseudomedios’, su Ministro de Transportes y Movilidad Sostenible acometía un bulo sobre el presidente argentino Javier Milei, a través de insultos y mentiras. ¡Surrealista! ¿Se imaginan qué habría pasado si esto fuera a la inversa? Pero qué esperar del Ministro de Transportes, si era aquél que defendía la imagen en Europa de Sánchez con un argumento tan loable como es “el puto amo” por saber hablar inglés, este es el nivel de nuestros representantes, queridos. Y, ¿les sorprende si les digo que esta tribu entiende que The Times, The Guardian, Le Monde, Bloomberg y un largo etcétera se han unido esta semana a su larga lista de pseudomedios? ¡de locos!

Lo que queda claro, es que el sanchismo detesta las verdades. Este sanchismo que sólo favorece a unos pocos quiere edificar su legado desde la mentira y los bulos, y para ello la propaganda es clave. Cualquier ataque a su máquina propagandística es menospreciada y ahora, bajo amenaza de silencio. Y es que la denominada máquina del fango consiste en presentar un proyecto de Ley para hacerse con el control del poder judicial y además, del contrapoder de los medios de comunicación. Si tu eres crítico con el partido, la libertad de expresión no existe. Esto al menos, es lo que se intuye.

Y, ¿cuál es el motivo por el que me decidí a pedir la dimisión del ministro Óscar Puente en un tweet que se ha hecho extraordinariamente viral? Pues simple y llanamente por el derecho que me asiste como ciudadana de España y al entender el poder desde mi prisma libertario. El señor Puente es un servidor del Estado, por ende, mío y nuestro. Y está claro que un Ministro a parte de dirigir, ¡debe representar! y el Sr. Puente al menos a mí, no me representa en absoluto. Pero qué esperamos de un Ministro para el que todo el mal es culpa de Feijóo y/o Ayuso. De un Ministro que textualmente dijo que hará todo lo posible para impedir la OPA Húngara (Orbán) de Talgo… Como si la empresa fuera suya, ¿eh? y que expresa públicamente que personas muy malas han llegado muy lejos en el poder; Donald Trump, Jair Bolsonaro, Javier Milei,… En resumen, lo que odia el sanchismo es la derecha. Al enemigo ni agua, ¿no? Y, ¿no será que han olvidado que su deber y obligación para con los ciudadanos es gobernar para todos? Yo me pregunto, ¿es esto lo que ustedes consideran un gobierno moderado y plural?

Como les decía antes, el gobierno de España no es progresista, lejos de lo que pretenden defender. El 33% de los votos es progresista, el 13% es comunista, el 6% independentista y el 3% de derecha y extrema derecha (si atendemos al porcentaje de votos). Por otro lado, si observamos fuera del gobierno y por porcentaje de votos, nos encontramos con que el 50% de los votantes son de derechas. ¿Alguien cree que con estas métricas la polarización es sana?

Está claro que Javier Milei es un tipo peculiar y un líder diferente, y por eso soy pro Milei. Defender la casta que ha hundido durante 40 años a mi amada Argentina es tan ridículo como descarado. Y es evidente que Milei puede irritar a muchos por un ideario político inaudito hasta la fecha, pero está claro que el anarcocapitalismo es una baza que bien merece ser experimentada, puesto que lejos de la propaganda que sujeta la existencia del sector público existe la acción humana y la libertad. Como decía Javier Milei, podemos optar a vivir a la sombra de un Estado patriarcal, bajo amenaza coercitiva y empobrecedor. O al albur de la innovación constante que se produce de manera espontánea en el mercado en libertad. Podemos vivir acomplejados sobre el mantra de un Estado que nos trata de ineptos, o revelarnos haciendo valer nuestras propias virtudes y ponerlas a disposición del interés general. ¿Ser borregos a merced del pastor y vivir con el miedo por bandera, o despertar leonas y leones? Desde luego, en liderazgo queda claro que el de la motosierra le da mil vueltas al servidor del “puto amo”. Por eso, quiero la dimisión de Óscar Puente, por no representar a una amplia mayoría de Españoles, por ser un desubicado reincidente y porque como accionista de Talgo considero que se extralimita en sus funciones sin conocimiento aparente de la materia que dice liderar. No sé a ustedes, pero a mí me parece transparente que la preocupación real de los ciudadanos de a pie no se está liderando, al menos de más de la mitad de los que componen nuestro país. Y si ellos nos toman de tontos con el único propósito de perpetuarse en el poder para aprovecharse de este sistema estatista y opresor, ¿por qué los ciudadanos no podemos exigirles un cambio de 540 grados? De momento, me conformo con poder expresarme con la libertad que tanto amo, y que desde aquí ya les adelanto, ¡jamás me quitarán!

Gisela Turazzini, Blackbird Bank Founder CEO.

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