Soy un ‘facha’: no quiero indultos

opinion-sergio-fidalgo-interior (9)

Posiblemente yo sea un facha, un fascista, un retrógrado y además una mala persona, pero no quiero, ni de broma, que indulten a los políticos secesionistas catalanes condenados por intentar dar un golpe de Estado y acabar con la democracia en nuestro país. Me da igual quién pida el indulto, ni sus teóricas elevadas razones para que Oriol Junqueras y el resto de condenados por sedición salgan de la prisión cuando están muy lejos de cumplir la mitad de su pena. Sin duda, mi postura intolerante me sitúa en el lado equivocado de la Historia, y me define como un ser humano sin sentimientos, pero me opongo a que el Gobierno de España ejerza la gracia hacia unos dirigentes que han demostrado su falta de respeto hacia los derechos cívicos y políticos de millones de catalanes.

Si los políticos y partidos separatistas catalanes afirman que “lo volverán a hacer” no hay que darles ni la más mínima oportunidad de que lo intenten de nuevo. No se han arrepentido y encima cada día nos chulean. Si les indultan es como decirles “chavales, podéis dar otro golpe de Estado cuando queráis, que os saldrá barato”. No tienen propósito de enmienda y siguen con su proyecto totalitario desde el gobierno autonómico. No hay más que ver la última remodelación del Govern, con unos consejeros entrantes aún más fanáticos que los salientes. Y como desde la Generalitat se malgastan millones y millones de euros en alimentar el ‘procés’, cuando el dinero público es más necesario que nunca para afrontar la espantosa crisis sanitaria y económica que estamos viviendo.

Además, basta con ver cada día cualquier informativo de TV3 para ver que siguen con su maquinaria de propaganda intacta para “volverlo a hacer”. Siguen con sus mantras habituales: “Mandato del 1 de octubre”, “presidente Puigdemont en el exilio”, “presos políticos” y con un buen número de tertulianos a sueldo que ponen a España a la altura de una dictadura salvaje que golpea ancianitas. El “España contra Cataluña” es el gran mensaje que los medios de comunicación públicos y privados que dominan el separatismo catalán lanzan cada minuto del día, los 365 días del año. ¿Y queremos indultar a los que siguen sembrando rencor y odio entre los catalanes y el resto de españoles? ¿Queremos indultar a los que intentan que los millones de catalanes no separatistas seamos extranjeros en nuestro propio país, España?

La “paz social” no puede basarse en despreciar los sentimientos y los derechos de todos aquellos que nos oponemos al separatismo y que hemos pagado un alto precio por sus abusos totalitarios. La “paz social” puede construirse si hay un arrepentimiento sincero de los golpistas, la total retirada de la vida pública de aquellos dirigentes separatistas que se han dedicado a sembrar mentiras y rencor sobre la población catalana, un desmantelamiento total por parte del separatismo de las estructuras de poder que han creado para dar su golpe de Estado y, sobre todo, una actitud continuamente vigilante por parte de los poderes del Estado para evitar nuevas tentaciones totalitarias por parte del independentismo. Este sería el punto de partida para intentar una reconciliación entre los catalanes separatistas y los que no lo somos y, sobre todo, con el resto de españoles que han visto como día tras día los golpistas insultaban a nuestro país e intentaban destruir nuestro sistema democrático.

Sin estos mimbres, no hay nada que hablar. ¿Indultar para qué? ¿Para que los separatistas piensen que han “ganado” y se envalentonen? ¿Para qué crean que el Estado es débil y que se le puede chulear, porque tiene un coste mínimo? ¿Para que estén convencidos de que ‘España’ deja tirados a los millones de catalanes no separatistas y puedan seguir con su cruzada para convertirlos en ciudadanos de tercera, para pisotear sus derechos políticos y condenarlos a la irrelevancia social? Si a estas alturas de la película no hemos aprendido nada, acabaremos perdiendo y el separatismo acabará destruyendo nuestra nación.

Lo último en Opinión

Últimas noticias