Si el Constitucional no frena a Pedro Sánchez, el régimen del 78 se acabó
Podrá discutirse si técnicamente lo ocurrido en el Congreso de los Diputados es un golpe de Estado, un golpe al Estado de Derecho o un golpe a la democracia, pero más allá de perderse en disquisiciones lo que está claro es que Pedro Sánchez ha entrado en una nueva y crítica fase dentro del proceso de demolición institucional que busca quebrar el régimen constitucional del 78. Eso no admite ninguna duda, como tampoco el hecho de que para ese plan el socialcomunismo cuenta con los golpistas catalanes y los etarras de Bildu. Es decir, Sánchez ha decidido unir sus destino político a los enemigos declarados de España, aspecto este que confiere a la actual situación un punto de gravedad nunca visto.
El Tribunal Constitucional decidirá en los próximos días sobre si procede suspender cautelarmente una reforma del CGPJ y del TC que ha sido burda e ilegalmente adherida a una proposición de ley que deroga la sedición y reforma la malversación; es decir, a través una norma de rango inferior pretende reformar dos leyes orgánicas sin ningún recato. Y todo con dos fines concretos: amnistiar al golpismo catalán y asegurarse el control del Tribunal Constitucional para convertir al máximo garante de la Carta Magna en colaborador necesario dentro de su plan de aniquilación de las instituciones
Esta es la situación. Lo peor, oyendo a los diputados de la izquierda, es que el plan del socialcomunismo pasa indefectiblemente por la deslegitimación del actual Tribunal Constitucional, lo que significa que la izquierda ha traspasado la más peligrosa línea roja. A partir de ahora, si el TC suspende cautelarmente el plan de asalto a las instituciones de Pedro Sánchez, el Gobierno -ya lo estamos viendo- acusará al Constitucional de rebelarse contra una decisión del Parlamento, que es tanto como hacer fosfatina la separación de poderes en un Estado de Derecho. España se encuentra en un momento crítico y la democracia pende de un hilo ante el brutal ataque de Pedro Sánchez y sus aliados al régimen constitucional.