‘Rubi’, ‘Yoli’, ‘Jenni’ y los CDR

Rubiales CDR

En los últimos días dos acontecimientos deportivos de nivel planetario, con España de protagonista, han provocado dos reacciones muy diferentes por parte de Yolanda Díaz y sus aguerridas huestes de Sumar. Por una parte, tenemos el beso no deseado que Luis Rubiales dio a Jennifer Hermoso tras la final del Mundial de Fútbol que ganó nuestra selección. Por otra parte, tenemos el intento por parte de violentos CDR de boicotear la Vuelta Ciclista a España a su paso por Cataluña. El beso de Rubi a Jenni ha merecido una auténtica ofensiva mediática por parte de la vicepresidenta, que incluso encabezó una manifestación callejera.

En cambio, no hemos visto a Yolanda Díaz manifestarse para protestar por lo que podía haber significado el asesinato de varios ciclistas masculinos profesionales. No sabemos si por ser hombres o, simplemente, porque los que querían lanzar cuatrocientos litros de aceite al paso de la caravana ciclista son independentistas y, por lo tanto, compañeros de viaje y futuros socios de Gobierno de Sumar. No olvidemos que tanto Junts como Esquerra Republicana salieron raudos a protestar cuando la Policía Nacional detuvo a cuatro CDR sospechosos. Tampoco se ha manifestado Yolanda Díaz porque unos violentos lanzaran chinchetas a la carretera al paso de los ciclistas, lo que no provocó una desgracia por casualidad.

Lo que indigna a Sumar es un beso no deseado que dio un personaje poco recomendable, el sanchista Luis Rubiales, que no debería ser presidente de la RFEF por varias razones. Pero la violencia de los separatistas contra otros deportistas profesionales – insistimos en su condición de hombres, porque nos tememos que si hubieran intentado herir a ciclistas profesionales femeninas la reacción de la vicepresidenta hubiera sido otra – apenas ha despertado interés entre los dirigentes de Sumar. El doble rasero de una formación que ha formado parte del Gobierno de España, y sigue estando en el Gobierno en funciones, es escandaloso. Están más preocupados en que Jaume Asens ate el apoyo de los separatistas para la investidura que en intentar evitar que unos CDR violentos se dediquen a intentar provocar heridos en una prueba de tan alto nivel como la Vuelta.

Que Yolanda Díaz era una política sin escrúpulos lo sabe cualquiera que haya leído el magnífico libro que Luca Costantini dedicó a la todavía vicepresidenta. Que tuviera tanta cara dura no parecía tan evidente, pero se le ha caído la falsa careta de persona con ‘empatía’. A Sumar lo que le interesa, usando al sindicato Futpro, una herramienta más del feminismo radical que controla la extrema izquierda, es conseguir nuevas cuotas de poder dentro del fútbol profesional. O, lo que es lo mismo, más dinero para seguir engordando su ejército clientelar de activistas a sueldo. De ahí el circo que han montado, usando sin ningún tipo de escrúpulo a Jennifer Hermoso, cuyo cambio de actitud a medida que pasaban los días ha sido, como poco, sorprendente. Resumiendo: un pico indigna a las huestes de Yoli. Un intento de asesinato de ciclistas profesionales, porque no se puede llamar de otra manera a intentar provocar accidentes en la carretera, les es bastante indiferente. Estos indeseables de Sumar han gobernado varios ministerios y, posiblemente, lo sigan haciendo gracias a los que justifican la violencia separatista en Cataluña.

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