El Rey comienza un nuevo y complicado curso

Fey Felipe

Cada año, una vez acabadas las vacaciones de verano, el Jefe del Estado encara un nuevo curso de actividades oficiales con una ceremonia que se repite en estos primeros días de septiembre: la apertura del Año Judicial 2023/2024. El Palacio de Justicia, ubicado en la madrileña Plaza de la Villa de París, es el lugar que acoge a este solemne acto en el que el presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo presenta la memoria anual sobre el Estado, funcionamiento y actividades de los Juzgados y Tribunales de Justicia. El Monarca, en este acto, no toma la palabra, sino que escucha al máximo representante del poder de los jueces, Rafael Mozo, quien hace una amplia exposición de la labor desarrollada por los Tribunales de Justicia de toda España. Y también interviene el Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, que presentó a don Felipe hace un par de días la memoria anual de su departamento.

Esta actividad, que el Rey realiza por noveno año consecutivo, se produce en un momento especialmente delicado para el mundo judicial, ya que sigue pendiente de renovar a una parte de sus consejeros por la actitud contumaz del Partido Popular de no hacerlo para no perder su superioridad en el órgano de gobierno de los jueces. La situación, que provoca una fuerte tensión política entre los dos partidos políticos mayoritarios, PP y PSOE, provoca un efecto dominó en otros importantes tribunales de justicia, que contabilizan 70 nombramientos pendientes que no se podrán llevar a cabo hasta que no se renueve el CGPJ. Así lo ha expresado de manera contundente en esta ocasión el magistrado Rafael del Mozo.

La situación política general tampoco facilita la tarea del Jefe del Estado. Pendientes ahora de la sesión de investidura señalada por la nueva Presidenta del Congreso de los Diputados para los días 26 y 27 de este mes de septiembre, la probabilidad de que el Presidente del Partido Popular logre alcanzar la mayoría suficiente para gobernar es escasa. Si no lo logra Alberto Núñez Feijoo, el Rey Felipe tendría que repetir las consultas previas a otro nuevo intento de investidura, si es que el dirigente socialista sigue interesado en presentarse. La fecha para una nueva sesión tendría que ser ya en el mes de octubre, con lo cual las fechas se aproximarían al 31, día en el que la pincesa de Asturias cumple 18 años y alcanzará la mayoría de edad, momento previsto para la jura de la Constitución de la heredera de la Corona ante los representantes de la soberanía nacional. Si para esa fecha, las Cortes no están constituidas ni hay ya un Gobierno conformado es difícil pensar que se pueda celebrar esa ceremonia en la que la princesa Leonor exprese su compromiso con la Carta Magna española.

Para rematar las previsiones de la Casa Real para este otoño, el viaje de Estado pendiente de los Reyes Felipe y Letizia a Dinamarca tendría que aplazarse de nuevo -esta primavera hubo que retrasarlo debido a la operación sufrida por la reina Margarita- y buscar nueva fecha para el viaje.

Las circunstancias no parecen fáciles para don Felipe, cuya capacidad de actuación está muy limitada por la Constitución que le priva de tomar decisiones políticas.

Tan sólo le cabe una labor de arbitraje y moderación para regular el funcionamiento de las instituciones, tarea difícil de ejercer en el clima de bloqueo y enfrentamiento entre los diversos grupos políticos representados en el Congreso de los Diputados.

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