¿Quiere Casado reunificar la derecha?

¿Quiere Casado reunificar la derecha?
¿Quiere Casado reunificar la derecha?

La semana pasada ocurrieron varias cosas relacionadas con la siempre muy comentada reunificación de la derecha. Por un lado, en Cataluña va tomando fuerza un manifiesto por la unificación constitucionalista para derrotar al independentismo. Por otro, en Madrid tuvo lugar la presentación de NEOS, la plataforma que pretende articular la alternativa cultural al “Frente Popular”. En el acto, además de personajes notorios del PP de siempre como Jaime Mayor o María San Gil, estaban socialistas que no han dejado de serlo como Francisco Vázquez. Gente que sólo quiere defender esencias como la vida, la familia, la patria, la monarquía o la verdad histórica. También había más de media docena de diputados de Vox. El nuevo PP, el de Casado y Teodoro, el de “el PP ha vuelto”, no envió a nadie. Estaba, eso sí, la que les llama niñatos: Esperanza Aguirre.

La presencia de Esperanza Aguirre tiene una importancia capital, pues es la líder histórica del partido que, con mayor rotundidad, ha reclamado la reunificación del centro derecha. Cuando uno oye hablar de reunificación, se pregunta para qué y con qué ideas. Esperanza en su reciente libro ofrece algunas. Su presencia en el acto de la plataforma NEOS clarifica más que el libro. Y es que NEOS no sólo defiende conceptos habituales del discurso aguirrista como la nación, la libertad y la propiedad, sino que profundiza el discurso en varios aspectos y concreta a qué dice NO: a la ideología de género y las leyes LGTBI para defender la familia:, a la eutanasia y la ampliación del aborto para defender la vida; a la ley de memoria democrática para defender la verdad; a los ataques a la libertad de elección de los padres, la criminalización de los provida y la persecución a los médicos objetores para defender la libertad; al secesionismo para defender la patria; a las amenazas ocultas de la Agenda 2030 para defender “una Europa con alma”.

Si Pablo Casado quisiera realmente reunificar la derecha como le piden muchos viejos líderes del partido (¡hasta Celia Villalobos!) podría haber acudido, por sí o por representante de su ejecutiva, al acto de NEOS. Podría interesarse por el contenido que defiende la nueva plataforma. Podría simplemente recibir a sus promotores, introducir los temas que promueven en el discurso del PP, o dejarse ver con ocasión de la defensa de cualquiera de estas causas.

En lugar de eso, lo que está haciendo es continuar su lucha interna para dominar, con leales sin fuerza para moverle la silla, todas las direcciones provinciales y autonómicas del partido. Lo último que se rumorea es que quiere cargarse a Alejandro Fernández, líder el PP de Cataluña (la autonomía que dio la victoria a Casado en las primarias) para sustituirlo por el Alcalde de Castelldefells. Todo para generar un partido hermético que no pueda cuestionarle si no logra ser Presidente del Gobierno en 2023.

En caso de ocurrir esto, les diré lo que pasará: Casado se atrincherará en el PP a la espera de heredar el gobierno socialista en caso de quiebra como hizo Rajoy. Entonces podrán ocurrir dos cosas: o que el partido se rebele y le eche, o que la ley de hierro de la oligarquía le permita continuar, en cuyo caso no descartemos que sea el electorado quien le desborde en términos comparables a como AP desbordó a UCD. Pero de eso les hablo otro día. Ahora quédense con lo de esta semana: los viejos reclaman la reunificación, y hasta fijan los contenidos que podrían favorecerla. En el tejado de Génova está trabajarla o dejar pasar la oportunidad, y que sea Vox, tan presente en el acto mencionado, quien se lleve los votos.

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