PP: entre la confianza y el mérito

Las cábalas entre las mesnadas populares ante la posibilidad del regreso al poder van por todos los barrios. Hay una inquietud descriptible entre la alta y mediana dirigencia respecto a las intenciones del comandante en jefe de cara al futuro inmediato. ¿Sobre qué criterios funciona Núñez Feijóo para la elección de colaboradores próximos? ¿Qué supuestos maneja el presidente popular para sustanciar su círculo interior? Nadie tiene respuesta fácil dado el hermetismo congénito del gallego de Orense. Lo más sencillo es acudir a lo visto y leído hasta la fecha.

Por un lado, Feijóo dirige un partido que hace gala de la «cultura del mérito», la capacidad técnica y el amueblamiento intelectual, además de condiciones objetivas para la representación política a la hora de ganar elecciones. En cierto modo, a esas premisas responde o debería responder el elenco de dirigentes que tienen asiento propio en el llamado Comité de Dirección. Ahí hay gentes, obviamente, de su personal confianza que de alguna forma también vienen avalados por éxitos políticos en las urnas.

Las últimas incorporaciones han levantado la liebre en gentes que no abandonaron el barco cuando capotaba. Tengo para mí que el presidente Feijóo, si llegara o llegase al poder, no tendrá más remedio que acudir a fichajes sonados (si se dejaran o dejasen) –algunos nombres han comenzado a sonar-, porque la herencia a recibir exigirá, entre otras cosas, la creación de un ministerio Antidisturbios.

Escrito en román paladino: mujeres y hombres de confianza, sí; hombres y mujeres con mérito y capacidades, también. Feijóo, que viene de largo en la turbulenta y reciente historia del centroderecha, debería dedicar algunas horas a examinar a los ministros de José María Aznar y, sobre todo, de su amigo y conmilitón Mariano Rajoy. Para acto seguido sacar conclusiones.