Podemos, el viejo comunismo de siempre

Podemos, el viejo comunismo de siempre

Se agradece que Podemos se haya quitado la careta: ya reconoce abiertamente que trabaja para “eliminar la propiedad capitalista y garantizar los medios de subsistencia”. Vamos, que apuesta por el comunismo puro y duro. No es que a nadie que no sea un cándido redomado le haya podido coger por sorpresa, pero, al menos, ya lo han dejado meridianamente claro. Los documentos de trabajo de la fundación podemita que dirige Juan Carlos Monedero son una mina y están llenos de perlas totalitarias. Además de la nacionalización de los sueldos y la creación de una industrial estatal, Podemos se adorna con extravagancias tales como “España debe encabezar una nueva conceptualización del Estado”. No se sabe muy bien lo que esto quiere decir, pero viniendo de Monedero cabe interpretar que lo que pretende es acabar con el capitalismo para que sea el Estado el que se arrogue en exclusiva el control del mercado y de los medios de producción. O sea, un paso hacia la superación del neoliberalismo. Lo que viene a ser el comunismo de toda la vida revestido de una insufrible pedantería.

El objetivo podemita es triturar la propiedad privada, vieja obsesión marxista que trata de actualizar con surrealistas propuestas en el
mundo digital que no son más que una coartada para seguir insistiendo en los mismos dogmas de siempre. En conclusión, Podemos se saca de la chistera las recetas del comunismo más rancio, pero con insoportables circunloquios para tratar de despistar. Y, por supuesto, aboga por la democratización radical de las instituciones, concepto este que no es otra cosa que someter a los individuos al yugo del Estado. En definitiva, no inventan nada, pero tratan de adaptar el viejo lenguaje comunista a los tiempos actuales. Pero como son tan viejunos, ni por esas. Marx era bastante más moderno en su visión totalitaria de la sociedad que estos chicos casposamente reaccionarios.

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