Que Podemos destila bilis -odio reconcentrado en forma de esputo- era evidente, pero ahora queda acreditado en sede judicial. Los abogados de Podemos en sus escritos aportados al juez del caso Neurona, Juan José Escalonilla,  aseguran al instructor que sus clientes tienen que ingerir «una buena dosis de Primperan- medicamento utilizado para prevenir náuseas y vómitos– para leer los escritos de las acusaciones populares personadas en el procedimiento en el que se in

Rapapolvo del juez del ‘caso Neurona’ a Podemos: «No es una investigación política»

vestiga el desvío de fondos públicos a la empresa chavista Neurona Consulting, la Caja b de Podemos y los sobresueldos de algunos altos cargos como la propia gerente y el tesorero Daniel de Frutos. A tenor del curso de las investigaciones, parece evidente que se van inflar de Primperam, porque el horizonte penal de los imputados pinta cada vez más negro. Así que ya saben: a pegarle al jarabe.

El abogado podemita Luis Antonio de Padua Ortiz de Mendívil, que también representa al panfleto La Última Hora en otras causas judiciales, ha dirigido al titular del Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid un escrito que es bazofia jurídica en estado puro, lo que revela la catadura moral del letrado. Se conoce que a falta de argumentos jurídicos lo que hace es echar espuma por la boca. Si piensa que con esa actitud va a presionar a las partes, va listo. La acusación popular que ha desatado la ira de los letrados podemitas recalca que tanto Rocío Val, gerente de Podemos, como su antecesor, fueron los encargados de implementar el complemento salarial de coordinación pese a que no tenían competencias. O sea, que se subieron el sueldo por la cara.

El abogado de Podemos ha presentado un escrito en que viene a calificar de vomitiva a la acusación popular y la amenaza con emprender acciones legales. En su derecho está, pero eso sí: que se tome un chorrito de Primperán. Hace milagros.