Podemos debe ser una línea roja para Ciudadanos

Podemos debe ser una línea roja para Ciudadanos

El principio del fin para Ciudadanos sería un acuerdo con Podemos. Los populistas deben ser una línea roja para la formación que dirige Albert Rivera. Ningún partido constitucionalista y de hondas convicciones democráticas puede buscar apoyo en aquéllos que hacen de la radicalidad su modo de estar en política. Rivera equivoca el camino si pretende darle un escarmiento al Partido Popular echándose en los brazos de Pablo Iglesias. El catalán perdería hasta la última gota de su credibilidad y dilapidará un futuro más que prometedor como líder político. Si los naranjas se sienten traicionados por el PP en asuntos como la supresión de los aforamientos o la limitación de mandatos, que sean valientes y rompan el acuerdo. Sin embargo, ponerse del lado de Podemos y sugerir que podrían buscar una mayoría alternativa junto a ellos es un error garrafal. Más, si cabe, cuando ese acuerdo significaría apoyar la celebración de un referéndum en Cataluña en una hipotética reforma constitucional. Una maniobra que Iglesias y sus socios nacionalistas intentarían aprovechar para dinamitar la unidad nacional que tanto odian.

Ciudadanos no puede prestarse a ser el bastón sobre el que se apoye ese golpe en cubierto al Estado. En primer lugar, porque estarían traicionando el ideario liberal, regenerador y constitucionalista que anunciaron a bombo y platillo durante su último congreso interno. En segundo lugar, porque una decisión así los desintegraría como formación política. Ciudadanos tiene que dejar claro quién es y qué quiere en política. No se puede decir una cosa en Andalucía con Susana Díaz, otra en Murcia con Pedro Antonio Sánchez y otra distinta con Cristina Cifuentes en la Comunidad de Madrid. La definición es fundamental en la actividad pública porque, a veces, de tantos volantazos uno corre el riesgo de acabar fuera del camino que le lleva a representar a los españoles en las instituciones públicas. Unos españoles que no tienen tiempo ni paciencia para órdagos, amenazas veladas y fuegos fatuos. Ciudadanos tiene que descubrir de una vez su rostro y decir con quién desea jugar esta partida.

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