El PNV se va a enterar
Los senadores del PP se disponen a perpetrar una venganza ejemplar contra el PNV. Han decidido cargarse —literalmente— la bagatela de los 570 millones de euros que Rajoy pactó para que los vascos le aprobaran los Presupuestos. Los senadores —sin fisura alguna— esperarán a la semana que viene para, en la Comisión correspondiente, calzarle al PNV un bofetón similar al que este partido le ha dado apoyando la moción de censura. Es de esperar que al PP timorato y pusilánime que ya ha perdido el Gobierno no le entre a última hora un ataque de supuesta responsabilidad institucional de la que tanto han gustado la exvicepresidenta Sáenz de Santamaría y al confiscador Montoro —¡Dios le mande al limbo!— y rectifique la plana a sus parlamentarios de la Cámara Alta. Si eso sucede, dice una senadora: “Nuestros electores no nos perdonarían que estúpidamente pongamos la otra mejilla”.
Y es que el PP arde en llamas contra el PNV. Por lo que ya se sabe, en ningún momento, en ninguno, sus dirigentes tuvieron la menor intención de rechazar la moción de censura de Sánchez. En ninguno. Se le ha echado la culpa al radical Egibar, siempre tan pegado a los bildus de ETA, del varapalo a Rajoy, pero esto es sólo parcialmente cierto. Fue en Bilbao, en el Bizkai Buru Batzar, donde se acuchilló al Gobierno popular. Fue allí donde la poderosa Itaxo Atucha, señora de Aitor Esteban, colocó su dedo gordo hacia abajo dictaminando sin piedad: “¡Ejecución!”. La señora Atucha, hija de un antiguo y poderosísimo dirigente peneuvista, aspira muy pronto a ser alcaldesa de Bilbao y para ello con seguridad necesita al PSOE. Esta fue la clave. Su marido se limitó a hacer el oropéndola en el Parlamento piando como el pajarito excusas de felón.
A los veteranos del lugar se nos mueven las tripas de incontenible risa escuchando al PNV horrores de la corrupción ajena cuando, para no acudir a los archivos, tiene ahora mismo en Vitoria una causa en la que se juzga nada menos que a su número dos en la provincia, Alfredo de Miguel, por extorsión a empresarios, comisiones evaluadas en 700 millones, u operaciones irregulares que alcanzan los 16 millones. Más de cien años de prisión pidió la Fiscalía en su momento para los veintiséis imputados en el proceso.
El nuevo PP que debe empezar mañana ni tiene cuenta alguna pendiente con el PNV, ni le debe favor ninguno. Si otra vez regresa al conchabeo le esperarán otros cuernos de Miura como los que le mandaron al hule la pasada semana. Y además, sus electores pensarán que, definitivamente, tienen que dejar de apoyar a un partido huérfano de cuajo para responder a las fechorías de sus asesinos políticos.