Palma está más sucia que nunca
Cuando uno pasea por Palma se percata de que realmente la ciudad está muy sucia. Las calles tienen manchas de restos adheridos a las aceras, a modo de sombras aceitosas, de líquidos sucios y secos que denotan una falta de limpieza, de agua, jabón y frotar. Además, a eso se le suma la cantidad de restos que se depositan en los puntos de recogida de basuras. Es increíble ver cómo se acumula porquería, que además va acompañada de olores insoportables en plena oleada de calor. Y de ratas.
La recogida de trastos no ayuda nada, pues esos días encuentra uno en plena acera colchones viejos, muebles desmontados y depositados de cualquier manera, bolsas con zapatos viejos, etcétera. Es realmente lamentable.
Cierto que hay incivismo de la gente, pero lo correcto es actuar como toca y poner remedio de forma contundente. El incivismo puede mitigarse con educación, pero siempre existe. La Administración ha de actuar y no quedar de brazos cruzados.
Leía no hace mucho a Luis Fernández en La Voz de Asturias. Explicaba lo que una ciudad como Oviedo, galardonada muchas veces por su política de limpieza urbana, hace para conseguir precisamente eso: una ciudad limpia, ejemplar. Y eso es lo que pude ver un día en una visita a la ciudad asturiana. Era espectacular. Cada noche unas cuadrillas de operarios con cubas, agua y máquinas con jabón limpiaban a conciencia las calles.
Explicaba el periodista que tienen la ciudad dividida en dos zonas. La zona A, la del centro, con más afluencia de gente y donde el servicio se presta por la noche; y la zona b, del extrarradio, donde se trabaja de día.
Para realizar bien las tareas en Oviedo el Ayuntamiento ofrece cuatro servicios principales: el barrido diario; el baldeo manual; el baldeo de alta presión, y máquinas fregadoras. También disponen de cubas de baldeo grande con las que cada dos o tres días cubren toda la ciudad, y nueve barredoras de aspiración que limpian las calzadas y aceras.
Por si eso fuera poco tienen además equipos dedicados a limpiar las fachadas de pintadas (han pasado de limpiar 4.000 dibujos en las paredes a más de 17.000) y una cuadrilla de operarios que realizan la limpieza en los parques.
En Oviedo los contenedores no están en la calle durante el día, sino que se colocan delante de los portales, casas y negocios cada noche y después se retiran una vez que los operarios realizan la recogida. Es increíble.
Recuerdo la Palma de años pasados, cuando gobernaba el PP en Cort. Era una Palma limpia, elegante, bonita. El ejemplo de Oviedo nos demuestra que sí se puede. Ya queda menos para recuperar esa Palma que todos recordamos y que queremos que vuelva. Gestión política para una limpieza a fondo de nuestra ciudad. Con el PP de Palma en menos de un año esto volverá a ser una realidad.