Miriam Nogueras no hablará castellano

Miriam Nogueras castellano

La portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, dice que no hablará castellano en el Hemiciclo ni en el «patio». Y a mí me parece bien. Yo, de hecho, le pondría algún artilugio que le diera una descarga cada vez que pronunciara algo en «español». No hablo de un calambrazo, claro. Aunque es tentador imaginarla fingiendo hablar en vascalán con Ortúzar en un aparte y delatarse con todos los pelos de la cabeza como si viniera una tormenta eléctrica. Dios, sí. Déjenme que me detenga aunque sea unos segundos.

Ya está. Ya se me ha pasado. Más bien pienso en una especie de soplido, como el que detiene la huida de la escapista bulldog de un amigo mío. No le hace ningún daño, pero se le quitan las ganas por un rato. Naturalmente, eso sólo, no. Sería un trasto telemático que enviaría una señal y a Nogueras también la multarían. Ya saben: la letra con multas entra, que a la tercera vez el soplido quizá ya se la soplaría del todo. Que parece ella muy fresca.

Sí. Un aparato que controlase que, cada vez que uno de los amigos antiespañoles de Sánchez osara proferir la menor palabra en la odiosa lengua, le sustrajeran aunque fueran 100 eurillos de la sustanciosa nómina que cobran por amargarnos la vida. En el Hemiciclo, en el «patio» y en todas partes, en España y el extranjero. ¿Cuántos son estos pirados? ¿Veinticinco? ¿Treinta? O más, porque podríamos añadir ahí a todos los del PSOE y Sumar que tengan como lengua materna el catalán, el vasco o el gallego. Por imbéciles. Con tanta gente, a muchos se les escaparía el castellano ahora sí y luego también. Sería una pasta que podría ayudar a sufragar este caro tinglado de la interpretación entre hablantes de la misma lengua. Si metemos ahí a Borja Sémper o no, ya lo discutiremos. Que alguien le pregunte a Cayetana.

Porque hay un sainete detrás de otro. El ministro Albares, por ejemplo. Se fue el hombre a defender la idea de que el catalán sea lengua oficial en Europa. Sólo el catalán. Le pareció que meter el pack de tres que le exigían era demasiado cachondeo. Naturalmente, el PNV se ha quejado. Hasta diría que se ha quejado un poco demasiado. ¿Estarán buscando alguna excusa para soltar amarras con Sánchez?  Si fuera por mí, las puertas giratorias en el Ibex las iban a encontrar en Alaska. ¿Se dan cuenta de lo que hacen? Siempre fueron señoritos de moral distraída, que suena decimonónico como ellos. Se ponían finos de nueces. Pero el fugado en el maletero tiene ya otro registro. A ver qué cara se les pone cuando se hable catalán en Bruselas y nos regalen esos 450.000 millones de euros que parece que es la cifra del deute histórico que ustedes nos adeudan.

En esto hemos vuelto a la casilla de salida, como un Juego de la Oca en bucle. El agravio fiscal ha sido siempre el eje vertebrador del establishment nacionalista en Cataluña. Once años después del «no» de Rajoy a Artur Mas, vuelven a agitar la bandera del «España nos roba». Y algo de eso debe de haber. Si no, no habrían votado PSOE tantos españoles. Y van a repetir, dice Tezanos, siempre de fiar. El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha publicado su primera encuesta sobre intención de voto después de las elecciones del 23-J. A tenor de los datos, el PSOE ¡de Pedro Sánchez!, ganaría las elecciones con casi dos puntos de ventaja sobre el PP.

Si esto es lo que quieren, adelante. Pero el castellano es nuestro. Digo muy en serio que se les debería prohibir hablarlo o que les cobren por el uso. En el taxi, en Mercadona o en el Corte Inglés.

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