Junts cierra la puerta a Sánchez y apuesta por el bloqueo legislativo

Carles Puigdemont ha decidido no darle ni agua al Gobierno en su iniciativa legislativa y ya ha expresado su firme voluntad de no apoyar las reformas con las que el Ejecutivo pretende controlar a los jueces. Junts rechazará la tramitación parlamentaria de las dos propuestas del Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes: la modificación del sistema de acceso a la carrera judicial y fiscal y la reforma del Estatuto de la Fiscalía para entregar la investigación de las causas por corrupción a la Fiscalía General del Estado orillando a los jueces. Tampoco apoyará la reducción de jornada, la gran baza de Yolanda Díaz para salir del ostracismo derivado de su sumisión a Pedro Sánchez. Los de Puigdemont van más lejos aún, pues según ha podido saber OKDIARIO, por el momento no le apoyará en ninguna otra ley.
La estrategia de Puigdemont es clara: el acuerdo de investidura no implica, como ya avisó en su día, un cheque en blanco, menos aún con un Gobierno en situación crítica por los escándalos de corrupción que han convertido al PSOE en una ciénaga. En suma, que Junts sigue la estrategia de esperar y ver, pero con la voluntad firme de no salir en auxilio de Pedro Sánchez. Porque sin acción legislativa, el Gobierno se enfrentará al problema añadido de comprobar cómo el Parlamento bloquea cualquier iniciativa. Más presión para Sánchez. En la creciente desconfianza de Junts hacia el Gobierno ha influido el reciente caso Cerdán -aunque mejor sería llamarle caso PSOE-, si bien las relaciones entre ambos partidos ya venían debilitadas desde hace tiempo. Hemos llegado a un punto donde Junts es plenamente consciente de que el sanchismo está en franca agonía. Por eso su plan pasa por visibilizar claramente su distanciamiento del Gobierno: no le dará la estocada, pero tampoco hará nada por Sánchez y dejará que caiga por su propio peso.