Hila el despilfarrador
«La gente tiene ganas de pasarlo bien». Es imposible dar una respuesta más irresponsable que la de Hila al desaforado aumento de gasto que asumirá el Ayuntamiento de Palma para las fiestas de Sant Sebastià. 1,1 millones de euros de los que 340.000 euros corresponden al injustificado precio, totalmente fuera de mercado, del grupo musical catalanista Antònia Font.
Qué fácil es ser generoso con el dinero de los demás, ¿verdad? Sobre todo en un año electoral en el que hay que tirar la casa por la ventana para ver si suena la flauta y, si no es así, para que los que vengan detrás sean los que paguen la fiesta. Así es el socialismo. Pura propaganda, pura demagogia. Pura irresponsabilidad.
Este despilfarro sin precedentes -en 2020, un par de meses antes de la pandemia, este mismo programa costó 242.000 euros- no sería posible si los políticos respondieran personalmente de su gestión económica. El problema es que como saben que tienen barra libre no reparan en abrir la trampilla de la alcantarilla para arrojar dinero que Palma necesita urgentemente para otras actuaciones mucho más necesarias, sobre todo en este 2023 que se ha estrenado en plena crisis, con la cesta de la compra más cara que nunca, con el precio de la energía por las nubes y con miles de familias sin poder llegar a final de mes.
Ni es de recibo ni es ético que Hila malgaste de este modo el dinero público pagando precios por encima del valor de mercado, pero es sólo el aperitivo de lo que nos espera de aquí a mayo. El socialismo está desesperado ante la posibilidad de caer en las elecciones y va a hacer todo lo que esté en su mano para impedirlo, aunque la consecuencia sea dejar a la ciudad con un pufo impagable a sus espaldas.