Fraude en el despegue de la NASA española
Esta es la historia de un fraude. Al erario público y al sentido común. Veamos: la Agencia Espacial Española lanzó una convocatoria pública para definir su identidad visual a través de la Red Española de Asociaciones de Diseño (READ). Se presentaron 75 agencias, de las cuales un comité profesional -compuesto por miembros del PERTE Aeroespacial, representantes del ministerio y tres profesionales del diseño- seleccionó tres. Estas presentaron su propuesta y ganó la de CruzmásCruz y Rubio & del Amo, que recibió 7.800 euros por el coste del proyecto. Sin embargo, el Gobierno encargó un nuevo logo a la empresa Work and Friends, una agencia que presume de tener entre sus clientes al PSOE.
Tres días antes de la presentación oficial, el Ministerio de Ciencia, Diana Morant, comunicó a los responsables del proyecto ganador que finalmente había adjudicado este contrato a otra compañía, que recibió por su trabajo casi 15.000 euros. O sea, casi el doble de la que resultó ganadora. Work and Friends ya ha recibido contratos por valor de 40.000 euros para la realización de campañas publicitarias. Concretamente, esta compañía fue la encargada de realizar la maquetación de la memoria de la Presidencia Española de la UE, así como la producción audiovisual para la app RadarCOVID.
En conclusión: el Ministerio de Ciencia saca a concurso la elaboración de un logo para la NASA española, pero como el vencedor del mismo no es de la órbita (nunca mejor dicho hablando de la NASA) del Gobierno y del PSOE, se adjudica a dedo a una empresa amiga pagando el doble. El Ministerio de Ciencia decidió iniciar un proceso de contratación paralelo y guardó en un cajón la propuesta ganadora del concurso, saltándose los más elementales criterios y normas de un proceso de selección financiado con dinero público. Un fraude en toda regla ante el que la ministra del ramo, Diana Morant, tendrá que dar explicaciones. Porque la NASA española ha despegado envuelta en la polémica.