El Feijóo más presidenciable noquea a Pedro Sánchez
El resumen del cruce dialéctico entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo es sencillo: el presidente del PP desmontó, en una sexta parte del tiempo empleado por el presidente del Gobierno, el dibujo almibarado de la situación económica española que hizo el jefe del Ejecutivo. La respuesta de Feijóo fue contundente, al impugnar con datos los Presupuestos del Gobierno para 2023 y destrozar el mantra de la Arcadia feliz de un presidente que todavía se atrevió a presumir del crecimiento de la economía española, que es la última de entre todas las naciones de la OCDE en recuperar los niveles previos a la pandemia. Feijóo demostró que se necesitan apenas 20 minutos para demostrar que la deuda pública es una soga al cuello de las generaciones venideras y que la carga fiscal impuesta por el Gobierno a la inmensa mayoría de los españoles destroza las economías de las familias y las pequeñas y medianas empresas.
En realidad, Pedro Sánchez pareció un aspirante frente al rigor y contundencia discursiva del presidente del PP, que en las réplicas desarboló por completo a un jefe del Ejecutivo que, noqueado en algunas fases, repetía y repetía, como una letanía, los mismos reproches, como si de pronto se hubiera quedado en blanco o vacío de argumentos. Feijóo acertó al desnudar la política económica del Gobierno y supo contrarrestar los ataques personales de Pedro Sánchez con templanza e ironía. Fue una batalla desigual, porque los largos y recurrentes monólogos del presidente del Gobierno fueron replicados con rapidez por un presidente del PP que se impuso claramente a Sánchez en el cuerpo a cuerpo. El error del presidente fue creer que por disponer de tiempo ilimitado terminaría por abrumar a Feijóo, pero este demostró que el camino más corto para noquear a Sánchez consiste en ponerle delante de su propio espejo y lanzarle al rostro la realidad de España. Feijóo sale reforzado y Sánchez, trasquilado. Siempre le quedará el consuelo de Tezanos.