Esta victoria tiene dos padres: Feijóo y Rajoy
La patria chica del presidente del Gobierno en funciones sigue siendo tierra santa para el Partido Popular. Solía decir Napoleón Bonaparte que “la victoria tiene cien padres y la derrota es huérfana”. El gran triunfo de los populares en Galicia cuenta con dos paternidades indiscutibles: la del propio Mariano Rajoy y, por supuesto, la de Alberto Núñez Feijóo. En un contexto político mutante, donde las nuevas formaciones han convertido las mayorías absolutas en patrimonio del pasado, Feijóo no sólo ha conseguido la victoria sino que además ha revalidado por tercera vez consecutiva la posibilidad de dirigir la región a través de un Gobierno sólido y sin fisuras.
Es el único presidente autonómico de todo el país que puede presumir de ello. Además, este triunfo repercutirá de un modo muy positivo en la imagen de su propio partido, que busca denodadamente conformar un Gobierno estable para la nación. Por eso, y consciente de que este triunfo refuerza la figura del presidente a nivel estatal, en un ejercicio de loable generosidad y honradez ha querido destacar que este resultado “es del PP de toda España”. Razón no le falta, ya que Mariano Rajoy tiene una cuota importante en el éxito de Galicia. Su gestión a nivel nacional ha sido un plus con el que ha contado la, de por sí, impecable gestión del presidente de la Xunta.
Tras este domingo, Feijóo no sólo se convierte en el líder regional con más poder dentro de la formación de Génova 13. Además, y de cara al futuro, es el principal delfín de Mariano Rajoy y uno de los favoritos para sucederle. Su perfil político es idóneo por carisma y cercanía para con el electorado. Una figura que se ha forjado desde abajo. Hombre hecho a sí mismo, oriundo de una aldea, y que cuenta con una larga trayectoria en la gestión pública y privada. Su experiencia ecléctica se diversifica por sectores tan diversos como sanidad, turismo, fomento o infraestructuras.
Por si fuera poco, posee uno de los activos más importantes con el que puede contar un político: el apoyo abrumador del 48% de los votantes. Traducido en escaños supone 27 más que la segunda fuerza más votada: En Marea. Los podemitas, por su parte, se han encargado de certificar otro desastre de Pedro Sánchez con el sorpasso a los socialistas gallegos.