¿Elegimos a Colón o al Cañamero boliviano?

¿Elegimos a Colón o al Cañamero boliviano?
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Ayer pensé que Krispin Klander se había despertado con el culo helado en la víspera del día de la patria. Que era suyo aquel pendón de siete colores que colgaba en el Ayuntamiento de Madrid para celebrar el 12O, y que los pipiolos de la brigada contra las fuerzas convergentes de la moral católica, Franco y el capitalismo le habían robado el taparrabos para convertirlo en icono de los nuevos tiempos de la hispanidad. Fue cosa de 10 segundos, porque inmediatamente tomé consciencia del desvarío cuando escuché a un tertuliano, recién mutado al chamanismo por acuciante necesidad, reconocer aquello como una whipala. Un oropel sagrado con nombre de llama africana. En realidad, aquella cosa que colgaba era una bandera indígena de Evo Morales afanada a una marca de gaseosa. Magna elección del podemita Jorge García Castaño. Pero, jo, tío, ¡cómo mola!… Colón te saluda con un chupito de Pisco. Descoyuntado.

La parida era sólo la guinda al coñazo del parnaso progre tan aficionado a motejarnos de conniventes con el exterminio. El que esconde bajo la alfombra las gestas que amenazan a ese grotesco bodrio imperialista que nos cala hasta el complejo y nos rebaja a españoles de historia eunuca. Compramos la dignidad a quienes la cambiaron por un escaño. Les pedimos que nos expidan la ciudadanía de Cochabamba tras renunciar voluntariamente a ser españoles capaces de conquistar mundos. Bailamos el Kizomba a Iglesias y a Oltra cuando les escuchamos el rollo de los gobiernos mestizos y las sociedades plurales mientras llaman genocidas a los españoles artífices de la génesis hispanoamericana. Cooperamos con esa indigencia.

Oigan, me lo voy a pensar: ¿Colón, Hernán Cortés y Luis Santángel o el cocalero petiso que vincula el pollo al ajillo con la homosexualidad? ¿Blas de Lezo o el Cañamero bolita (no por boliviano, sino por redondo) que encumbró a hito cultural la revolución de los niños limpiabotas? En abril de 2015 la gauche podemita presionó a la UE para aprobar el «Código Niño Niña Adolescente» de Evo Morales que, en la práctica, instauró como derecho la explotación infantil a los niños de 10 años. Quizás Ahora Madrid metería a nuestros pibes en «las galeras» si por alguna salvaje casualidad esta banda fuera capaz de descubrir alguna cosa.

Y sumen a Chimo Puig, el presidente de la Comunidad valenciana huido a Cuba con la corte de Compromís en misión comercial para no escuchar el abucheo de los valencianos. Otra vez. Obediente. Cada vez más chico de los recados de Monica Oltra. Para cerrar la etapa negra de Aznar, dice. No la de los Castro. Esgrimiendo la búsqueda de oportunidades para las empresas valencianas tras entregar las carteras de economía, sectores productivos y empleo a Compromís, la «bicha» bolivariana de Rafael Climent, profesor y erudito del Griego (la lengua de Grecia) que dijo aquello de “el capitalismo mata”. Tras rechazar sendos proyectos de 2.400 millones de euros de inversión total, tras destrozar 26.000 puestos de trabajo y anular un impacto en el PIB valenciano de más de 16.000 millones. Inepto, irrelevante. Otro Macario político víctima de la podemización del PSOE que sólo es útil para para ver a su oposición reírse de él con talento. Como diana del Napalm discursivo que la oposición le explota cada día en la cara. Feliz día de la Patria Sr Puig.

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