Las dietas del lehendakari
Cuando escuches a alguien afirmar que él (o ellos, o su pueblo, o su tribu, o su secta, o su camada…) es diferente (lo llaman también «singular»), que sepas que lo que te está queriendo decir es que él es mejor que tú.
La apelación a la diferencia siempre es egoísta y nunca está exenta de una cuota de supremacismo ya sea racial, tribal, ideológico… O ancestral, que es otra forma de definir esa contradicción democrática de “derecho histórico” con la que los nacionalistas de todo signo y condición “justifican” unos privilegios a los que consideran tener derecho y que los acomplejados o irresponsables de turno les han ido reconociendo a lo largo de la historia.
Si para algo sirvió la reunión del pasado viernes de San Millán de la Cogolla fue para confirmar que Sánchez el impostor considera que, efectivamente, los vascos son diferentes. Y por eso, porque son diferentes, les reconoce “derechos” que les niega al resto de los ciudadanos españoles. Aunque quizá Sánchez no crea que los vascos son diferentes sino que está convencido de que si quiere seguir viviendo tan ricamente en la Moncloa debe ceder al chantaje de los nacionalistas y aceptar pulpo como animal de compañía.
Por eso mientras al resto de Presidentes autonómicos les comunicó que él determinará cuanto dinero les va a dar de lo que llega de los europeos, con el Presidente del Gobierno de los vascos estuvo negociando para cerrar un acuerdo “entre iguales”, hasta la misma mañana del viernes. Luego Urkullu explicaría en rueda de prensa que lo suyo no son privilegios sino que ellos, los vascos, son “singulares” y por eso tienen derecho a ser tratados de forma diferente.
He dicho que Sánchez y Urkullu estuvieron “negociando”, pero seguramente la palabra “negociar” no expresa la realidad de lo que ocurrió en los días/horas previas a la reunión de San Millán de la Cogolla. Porque hoy ya sabemos que para conseguir que el PNV votara las sucesivas prórrogas del Estado de Alarma, el PSOE y el PNV acordaron que los ciudadanos vascos tendrían un tratamiento económico y fiscal diferenciado del resto de España y el Gobierno Vasco y las Diputaciones Forales de Alava, Vizcaya y Guipuzcoa podrían endeudarse hasta en 1700M€ mientras que al resto de instituciones españolas se les niega la posibilidad de invertir en su territorio incluso su propio superávit.
La negociación entre el PNV y el PSOE se hizo en mayo para que Sánchez mantuviera poderes absolutos durante mes y medio más; poderes absolutos que no tenían sentido desde la perspectiva sanitaria (el PNV fue de los primeros en denunciarlo) pero que permitieron a Sánchez hacer y deshacer a su antojo, seguir contratando amigos y familiares ideológicos (España tiene en este momento 732 altos cargos) y mantener un confinamiento que ha provocado que España entre en recesión y se convierta en la economía con más parados de toda Europa, adelantando incluso a Grecia, campeona habitual en ese ranking.
Para hablar con propiedad, lo que se cerró en la mañana del viernes entre Sánchez y Urkullu el monto del chantaje. Verán, entre Vitoria y San Millán de la Cogolla hay una distancia de 83,7 Kilómetros. Sánchez le ha pagado a Urkullu, con el dinero de todos los españoles, 1700 Millones de Euros para que recorra con chofer oficial y escolta esa distancia y se saque una foto con él. Y para que, de paso, les explique al resto de presidentes autonómicos que lo suyo, su chantaje, no es privilegio sino “singularidad” y que a ver si se enteran que los vascos son mejores y que por eso comen a la carta; y que agradecidos tendrían que estar porque se ha dignado a sentarse en la misma mesa de los que solo pueden comer el menú del día que “generosamente” les ha encargado el impostor que cree que el Gobierno de España es su chiringuito y los españoles somos sus súbditos. Por eso Urkullu ha explicado en rueda de prensa, mientras el resto de presidentes esperaba su turno, que él disfruta de privilegios porque él lo vale, a ver si se van enterando estos españoles….
Con todo, lo más grave no es que el viaje de Urkullu para hacerse una foto con el Sánchez y el resto de presidentes autonómicos (y el Jefe del Estado, menudo papelón) nos haya costado 1700M€ a todos los españoles; lo más bochornoso es que es espectáculo se ha organizado de es manera, esperando al último minuto para que se digne aparecer el bien pagao , para que se note quien manda y para que nuestros representantes públicos se humillen ante el que chantajea y ante el que se somete al chantaje.
Es de suponer que terminada la “cumbre” (en Bruselas estuvieron tres días negociando; Sánchez, previo pago al PNV, ha despachado el asunto en una mañana, confirmando que hará lo que le venga en gana con el dinero que nos prestan o nos dan el resto de los europeos) los distintos presidentes autonómicos, particularmente los de la secta del PSOE (aragoneses, valencianos, extremeños, castellano manchegos…) habrán vuelto a sus comunidades autónomas y explicado a sus administrados que en el chantaje no ha habido discriminación porque los vascos han tenido un trato diferencial porque son singulares, son mejores. Y que lo que ha hecho su señorito, el impostor, no es más que reconocerlo. Vamos, que el alquiler de la Moncloa se ha puesto por las nubes .
Ahora, digo yo, ¿no podría, siquiera uno de los políticos que estaban allí, haber utilizado los cinco minutos que la superioridad les concedía para denunciar el chantaje y la discriminación y marcharse dignamente a trabajar en defensa de los derechos de sus administrados?
Pues parece ser que no, que todos se quedaron y pasaron mansamente por el photocall tras la humillación: ordeno y mando para todos menos para los vascos, que con ellos me someto al chantaje.
Nunca en la historia moderna un político ha cobrado dietas tan cuantiosas por hacer un viaje tan corto. Nunca en la historia democrática de España un Presidente de Gobierno ha pagado tanto a nadie para hacerse una foto y colgarla en su álbum de recuerdos. Y nunca la dignidad de un Presidente del Gobierno de España ha cotizado tan bajo.
Es lo que hay.
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- Iñigo Urkullu