Con la (des)Memoria no se juega
Comprendo que cuando un fiscal pierde la vestimenta de la toga y las puñetas, con ello, desaparece su potestad y siente la desnudez del común de los mortales; pero, cuando esa exposición carnal lleva aparejada una exposición solar, a la que sus blancas lorzas no están acostumbrada, como sucede cuando en una pirueta se pasa de la cobertura jurídica a la estulticia política, esas palideces se enrojecen y las neuronas se perturban. Así, nuestra fiscal, amiga del delincuente Garzón —aún nadie me ha explicado cómo puede ejercer de letrado con antecedentes penales—, se descuelga con sandeces como las de la memoria desmemoriada histórica y la comisión de la buena reescritura… ¡Uff qué tropa! ¡Cómo se destruye la solvencia profesional y el rigor jurídico cuando una persona busca el colorín y el poder político!
¿Alguien puede explicarme cómo solo una cara de la misma ponzoñosa moneda es delictiva y la otra no? ¿Cuál es la razón de que la dictadura marxista y sus derivados sean aceptables y la dictadura fascista y sus emanaciones un delito? ¿No es el hecho punible, idéntica mierda asesina y la crueldad que de ellas se destilan?, podemos decir que son iguales para no entrar en el tú más o el cómputo necrófilo de muertos. ¿Por qué decir que eres de extrema izquierda es un punto positivo y afirmar una posición de extrema derecha un motivo de detención? ¿Por qué valen más los muertos de izquierdas que los de derechas? ¿En qué apartado o momento me he perdido para no ser capaz de entender que un muerto en democracia, un tiro en la nuca, un niño durmiendo, una bomba en un coche, es un daño colateral de la lucha armada de una izquierda radical que busca la dictadura marxista para el pueblo vascongado, mientras un muerto en territorio republicano en la lucha fratricida, un niño víctima de una bomba en una guerra entre iguales son víctimas de un régimen represor que hay que enaltecer?
Quien desprecia a las víctimas del terrorismo, no está legitimado para pedir aprecio al muerto en la lucha fratricida de hace 80 años en uno sólo de los bandos en contienda. Sólo recordar que el número de muertos en la monstruosa Guerra Civil fue similar en un bando y otro, así como que la guerra fue deseada, buscada, propiciada y animada por los dos bandos enfrentados de forma fratricida; que el PSOE, en boca de Largo Caballero, buscaba y anhelaba la confrontación y la violencia; que fue la izquierda la que pretendió un golpe de Estado mucho antes que el alzamiento que provocó la Guerra (in)Civil, que fue utilizada por los fascistas y los marxistas para hacer las pruebas de lo que luego harían en la Guerra Mundial y que, en nuestra tierra, la sangre corrió de los dos bandos, que en los dos hubieron cunetas, tiros en la nuca y barbaries de ese tipo, antes, durante y después de la contienda; que, como era sabido, quien venciera, fuera el que fuera, haría purgas crueles que hoy hay que resarcir, pero no utilizar, y menos reescribir con “tribunalillos de la verdad” que decidan lo que se puede decir o no.
Por ello, el que no respeta a un inocente, víctima de la radicalidad de unos pocos que desean imponer su criterio, no puede pedir respeto para quien murió en un acto de violencia bilateral o consecuencia de actos de guerra, engrasada y deseada por todos los contendientes. Como siempre, antes y ahora, los políticos jodiendo la vida de los “perritos sin alma”.