Del comando Rubalcaba al ‘soviet’ de Mateo
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Lo de la Radio Televisión Española (RTVE) de la administradora única provisional, Rosa María Mateo, a propuesta del PSOE, empieza a cruzar límites goebbelianos en lo que a difusión de propaganda se refiere, cuando en realidad debería aspirar a ser una cadena plural e independiente. Para eso es pública y sostenida con el dinero de todos los contribuyentes. Sin embargo, en poco más de un año la que fuera telonera de la campaña de Alfredo Pérez Rubalcaba en las generales de 2011 ha rebasado las fronteras de la neutralidad política rodeándose de un grupo de ejecutores —con nombres y apellidos— que en la Casa conocen como el ‘soviet’, con mucho poder en el Consejo de Informativos.
Esta colonización del ente público, poniéndolo al servicio de los intereses del Gobierno, no sorprende. Lo que produce tanto estupor como vergüenza es lo zafio y chabacano con que Mateo y los suyos perpetran sus cacicadas. Ellos dejan la estela de ‘aquí no ha pasado nada’ y disfrazan todo de supuesta “ética periodística y rigor informativo”, pero sus burdas maniobras les retratan. Porque esta pléyade ideologizada no es en el fondo (en las formas ya le han superado) el ‘comando Rubalcaba’, el de los movimientos en la sombra y el sigilo. Lo de Mateo es ópera bufa, mientras que Sacaluga y compañía eran música barroca de una afinada orquesta. Sacaluga entrevistó a Sancristóbal en la cárcel por el caso Gal a mediados de los noventa y ahora ‘Informe Semanal’ ha hecho lo propio con el preso separatista Junqueras en la prisión de Lledoners a preguntas de Núria Roca. La técnica del blanqueo para ayudar a La Moncloa tampoco es nueva, pero con Mateo la falta de independencia se ve a leguas. Su modo de actuar es tosco, silvestre y descarado.
Tras empezar a preparar en agosto las elecciones del 10 de noviembre y ni siquiera disimularlo, el último zarpazo de la factoría de Rosa María ha sido anunciar debates electorales de Sánchez contra Casado e Iglesias, y no contra Rivera (tercera fuerza) y Abascal. En la nota decían que esto es “máxima pluralidad”, pero cuando los naranjas fueron a pedir explicaciones, les remitieron a… Moncloa. ¡Toma ya! En RTVE han aplicado aquí lisa y llanamente el Principio del método de contagio, acuñado por Goebbels, que consiste en reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Y esto es lo que quieren los asesores de Sánchez: enfrentarlo en ‘prime time’ a quienes impidieron su investidura y aislarlo del que se mostró más dispuesto a permitirla en el tiempo de descuento.
Es decir, ignorar al líder de Ciudadanos en esa suma individualizada de la oposición con la que el gurú Ivan Jode moldea su estrategia: la de polarizar el voto, fomentar bloques de izquierda y derecha y dejar el centro vacío, el que da la victoria en las urnas, para ocuparlo con el Partido Socialista. Ello, con la inestimable colaboración de Mateo y sus modos tribales. “Es ist nicht die Aufgabe der Propaganda intelligent zu sein, sondern ihre Aufgabe ist es, zum Erfolg zu führen” (La tarea de la propaganda no es ser inteligente, sino conducir al éxito).