Bruselas señala a Pedro Sánchez por el descontrol de los fondos europeos
Decía el Gobierno que no había mar de fondo y que la Comisión Europea estaba encantada con el uso que hace España de los fondos europeos, pese a que nadie sabe dónde van y con qué criterios se reparten. Pues un cuerno. La directora de la Agencia Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF), la polaca Joanna Krzeminska, ha admitido este jueves que se están investigando posibles irregularidades con las ayudas recibidas por España. Todo en vísperas de la visita de una delegación de eurodiputados el 20 de febrero para controlar el destino del dinero comunitario. Según Krzeminska, «las denuncias en general son distintas en su naturaleza. Por un lado, tenemos las típicas de irregularidades en licitaciones, conflictos de intereses o sobre cómo los procedimientos de financiación se han diseñado y cómo han sido sometida las ayudas a un control». En suma, que cuando el río suena, agua lleva y que a Bruselas se le ha agotado la paciencia.
Es cierto que estamos en una fase de investigación, pero nadie investiga si no hay nada que investigar. Y en el caso del Gobierno español, las dudas se extienden a medida que pasa el tiempo. Que una alta funcionaria comunitaria haya advertido que «seguimos reclamando acceso a las bases de datos y desde nuestro punto de vista es muy importante poder tener acceso a dichas bases de datos para realizar nuestras investigaciones. La digitalización va a contribuir a que haya un mejor control en el gasto» es significativo, porque ya en octubre saltaron las alarmas cuando la Comisión Europea advirtió de que podía congelar nuevas entregas de dinero por la falta de mecanismos de control del Gobierno español. Rápidamente, dio marcha atrás en esta amenaza, pero posteriormente ha vuelto a lanzar mensajes de advertencia ante la negativa de Pedro Sánchez a ofrecer, en tiempo y forma, los datos reclamados por Bruselas. Hasta el punto de que la eurodiputada alemana Monica Hohlmeier, presidenta de la Comisión de Control Presupuestario del Parlamento Europeo, criticó duramente la opacidad del Gobierno en el reparto de los fondos. En suma, que Bruselas ha tomado la matrícula al Gobierno español y que a Pedro Sánchez no le llega la camisa al cuello.