La aportación del sanchismo a la historia de España: Don Pelayo era un delincuente

Hace falta ser intelectualmente estúpido y políticamente inepto para sugerir en las guías educativas con las que el Gobierno pretende meter en vena a los alumnos españoles su Memoria Democrática que Don Pelayo, artífice de la Reconquista española, plantó cara a los musulmanes en la batalla de Covadonga porque era un «evasor fiscal» al que no le convenían los tributos impuestos por los Omeyas.
Y hace falta ser estúpido e inepto porque, además de faltar al respeto que se profesa, por razones obvias, a Don Pelayo como referente fundacional de España, principalmente en Asturias, la guía del Gobierno es un delirio de principio a fin, equiparando a las fuerzas cristianas que derrotaron a las huestes musulmanas con el franquismo.
Lo de que Don Pelayo era un «evasor fiscal» -o sea, un delincuente- es algo insólito que ningún historiador se había atrevido a plantear y eso que sobre su figura hay mil y una interpretaciones, incluida la negacionista que pone en duda su existencia.
La aportación del sanchismo a la historia de España se resume en que Franco se inspiró en Don Pelayo y, en consecuencia, el Gobierno arremete en sus guías educativas contra los dos, calificando al segundo de evasor fiscal sin aportar un sólo dato. En realidad, todo el contenido de las guías está trufado de un apestoso sectarismo. Para cuestionar la dictadura franquista se pasa por encima de todos los referentes nacionales, empezando por la Reconquista española, con una ligereza y falta de hondura que provoca escalofríos.
A los padres de los alumnos de los colegios donde vaya a repartirse ese sedicente material educativo habría que recomendarles vivamente que impidieran por todos los medios a su alcance que sus hijos sean sometidos a tan burdo lavado de cerebro.
Y es que si para Pedro Sánchez, Don Pelayo era un «evasor fiscal» que se enfrentó a los musulmanes en la batalla de Covadonga porque no quería pagar impuestos, su hermano de David -que se fue a Portugal para no pagar a Hacienda pese a cobrar sin trabajar de la Diputación de Badajoz- debe de ser tan malo, o más, que Don Pelayo. Al menos este último los tenía bien puestos.