La Agenda 2030 es un cuento, la única Agenda del Gobierno es la de 1936

Legislatura
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Parece claro que Pedro Sánchez quiere terminar la legislatura como la empezó: utilizando la figura de Francisco Franco como instrumento de propaganda en una clara estrategia para tensionar a la sociedad y excitar a los sectores de la izquierda. Ahora que acaba de echar a rodar la Ley de Memoria Democrática, el Gobierno socialcomunista ya ha incrementado la partida presupuestaria de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, órgano dependiente del Ministerio de Presidencia que tiene como objeto conservar, fomentar, defender y divulgar la Memoria Democrática  «en virtud de los principios de verdad, justicia y no repetición».

El plan de Pedro Sánchez es utilizar el periodo de la presidencia europea de España para llevar a cabo 10 actos en distintas ciudades para resucitar al dictador, una estrategia manida que buscará la confrontación y la división de los españoles. Es lo que le queda a Sánchez: retroceder en el tiempo 80 años para utilizar el franquismo y la guerra civil como bazas electorales. Que Sánchez vuelva a utilizar la figura de Francisco Franco es revelador del grado de impotencia del jefe del Ejecutivo. Si todo lo que le queda para tratar de recobrar el terreno perdido en las encuestas es volver a la matraca guerracivilista de siempre es que el presidente no tiene ningún as en la manga.

Como si los españoles no tuvieran bastante con afrontar la subida de precios que ha conducido a miles de familias a una situación límite, Pedro Sánchez, en lugar de hacerles la vida más fácil, se dedicará a pasear el fantasma de Francisco Franco por todas las esquinas de la geografía nacional. El sectarismo de este personaje no conoce límites. Cualquiera diría que este era el Gobierno progresista que iba a proyectarnos al futuro y a catapultarnos a un mañana esperanzador. Lo de la Agenda 2030 es un cuento. La única Agenda que manejan es la de 1936.

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