Analistas del Pentágono denuncian la manipulación de sus informes sobre el EI
Un nuevo escándalo remueve los cimientos de los Servicios de Inteligencia de los Estados Unidos. Cincuenta analistas del Pentágono, encargados de Oriente Medio, denunciaron la manipulación de los informes sobre Al-Qaeda y Estado Islámico en Siria por parte de altos cargos de la inteligencia estadounidense. La politización de los informes iba encaminada a presentar una realidad bien distinta. La guerra que EE.UU estaba librando contra estas organizaciones terroristas iba peor de lo que los informes manipulados reflejaban.
El Mando Central de Estados Unidos (CETCOM) es uno de los departamentos dentro del Pentágono encargado de evaluar la situación política y militar de los países del cuerno de África. Sus analistas advertían de la cruda realidad que se estaba produciendo en Siria y en Irak, donde el avance del Estado Islámico y Al-Qaeda parecía imparable. Pues bien, según informa el portal The Daily Beast, estos informes lejos de ayudar a tomar decisiones importantes, como el aumento de la intervención estadounidense en la zona, sirvieron más bien para todo lo contrario. Los responsables del Pentágono rebajaron y diluyeron la amenaza del EI y Al-Qaeda manipulando los informes de inteligencia, alguno de los cuales llegó incluso a manos del presidente Barak Obama.
Las denuncias internas por parte de alguno de los autores de los informes no tuvieron efectos, por lo menos el efecto que hubieran deseado. Algunos pasaron al ostracismo e incluso fueron invitados a jubilarse o dejar el servicio. Sin embargo, dos de los analistas enviaron una carta de queja internamente, apoyada por otros 50 compañeros, que ha obligado al Pentágono a abrir una investigación interna ante la gravedad de los hechos en ella narrados.
Nuevo varapalo para la Inteligencia de Estados Unidos
Ya se ha convertido en algo habitual que los Servicios de Inteligencia de Estados Unidos sean protagonistas más por sus errores que por sus aciertos. Cuando se han cumplido recientemente 14 años del atentado contra las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001, las capacidades de la CIA, el Pentágono o la NSA vuelve a verse salpicada por su ineficiencia o su falta de anticipación ante amenazas externas. Los atentados del 11S se consideraron el mayor fracaso de los espías de Estados Unidos, incapaces de detectar la amenaza que podía suponer Osama Bin Laden para sus intereses. Desde entonces, la política de inteligencia de la administración americana se ha escrutado con lupa. Se modificaron protocolos de actuación, se intentó mejorar la comunicación y la cooperación entre agencias. Pero nada. Los escándalos y las fugas de información se siguieron produciendo.
La captura de Bin Laden
Uno de los últimos casos en los que se ha puesto en entredicho la autoridad de los espías de Estados Unidos en el exterior, tuvo que ver con la operación para capturar a Bin Laden. El periodista y premio Pulitzer, Seymour Hersh, denunció que la ‘operación Abbotrabad’ llevada a cabo por los SEALs en suelo paquistaní para atrapar al líder de Al-Qaeda fue un montaje. Lejos del éxito que supuso para la CIA la localización del enemigo público número 1 y la operación de imagen para la administración Obama, Hersh aseguraba que la inteligencia paquistaní (SIS) había capturado a Bin Laden y lo retenía en Abbotrabad. La reacción de los servicios de inteligencia de Estados Unidos fue inmediata. Para desmontar la teoría de la conspiración, las autoridades desclasificaron una gran cantidad de documentos incautados en la operación para desbaratar la teoría de Hersh.
El ‘caso Snowden’ y los programas espías de la NSA
El ex analista de la CIA y la NSA, Edward Snowden, sacó a la luz en junio de 2013 una gran cantidad de documentos que desvelaban la existencia de dos programas de espionaje masivo en la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). Los documentos, hechos públicos en los diario The Guardian y The Washington Post, ponen al descubierto como la NSA creó los programas de vigilancia ‘PRISM’ y ‘XKeyscore’. La principal motivación que llevó a Snowden a desvelar y dejar en cueros a los servicios de espionaje de Estados Unidos fue, según sus propias palabras: «No quiero vivir en una sociedad que hace este tipo de cosas… No quiero vivir en un mundo donde se registra todo lo que hago y digo. Es algo que no estoy dispuesto a apoyar o admitir».
El ‘caso Wikileaks’: la mayor filtración de documentos secretos
La otra gran catástrofe que se ha producido en Estados Unidos en cuestiones de inteligencia, tiene que ver con la publicación de más de 250.000 cables del Departamento de Estado. La filtración, la mayor que se ha producido en la historia, llevada a cabo por el portal Wikileaks, dejó al descubierto todo tipo de documentos que aireaban los trapos sucios, y no tan sucios, de la política exterior de Estados Unidos. Julian Assange, máximo responsable de Wikileaks, recibió del soldado Bradley Manning la ‘bomba’ que golpeó seriamente la credibilidad de la Inteligencia de Estados Unidos y mostró la debilidad de un sistema en el que cualquiera puede tener acceso a información que puede comprometer los intereses estadounidenses.