Lo dice la ciencia: este es el último sentido que perdemos antes de morir

Hay un último sentido que perdemos antes de morir, la ciencia ha dado con él y nos permite descubrirlo para poder despedir a nuestros seres queridos como se merecen. La muerte sigue siendo un tabú que todos vamos a vivir.

Nadie se escapa de verla de cerca en forma de sus familiares y amigos, pero también desde su propia realidad. No saldremos vivos de este mundo, por lo que conocer este proceso y afrontarlo sin miedo y con la naturalidad que se merece puede ser fundamental para vivir. Esto es lo que dice la ciencia del último sentido que perdemos.

Lo dice la ciencia

Desde que el ser humano ha ido evolucionando a lo largo de los siglos y milenios, son muchas las teorías que nos llevan a un momento del futuro que todos tendremos en mente. Una muerte que nos saca de la realidad y nos envía a un lugar incierto, qué hay detrás de este proceso y por qué llega, así cómo, encontrar las formas de retrasarla es fundamental.

Es casi imposible saber qué nos espera después ya que no existen los medios para explorar este proceso. De la misma forma que parece que el cerebro es uno de los órganos más desconocidos que sigue activo incluso después de la muerte del resto de los órganos que forman el cuerpo humano.

Por lo que hay un sentido que parece que se mantiene activo y pese a todo lo que acabe sucediendo será una realidad con el paso del tiempo. Estamos ante un elemento que podría traernos determinadas novedades sobre el proceso de la muerte que muchos han podido experimentar, aunque de forma breve.

Esos procesos de resucitación, aquellas personas que están al borde de la muerte y vuelven para dar lugar a una experiencia que muchos relatan como una de las más excepcionales de su vida, ha dado algunas pistas de lo que puede pasar después. Esa visión tipo túnel y ese supuesto ‘viaje’ hacia otro lugar es algo que parece que también está relacionado con lo que sucede después de la muerte.

Hay un sentido que se mantiene intacto y que muchos son capaces de detallar con especial interés por aquellos que estudian la muerte y quizás con la intención de despedir mejor a nuestros seres queridos. Este es el sentido que estará presente hasta el final.

Hay un sentido que se mantiene hasta la muerte

Los sentidos del cuerpo se van apagando a medida que llega la temida muerte. Pero hay uno que incluso después de producirse parece que se mantiene activo. No es la vista, ni el olfato, es el oído el que sigue pendiente de lo que pasa en un mundo exterior que ya nos despide.

A todos los ha pasado, estar dormidos e incluso escuchar o sentir lo que pasa fuera. Quizás los casos más extraños son aquellos que han estado en coma y recuerdan las conversaciones que se han producido en su habitación, quizás no sea tan extraño, si tenemos en cuenta que es algo natural.

Un estudio de la Universidad de la Columbia Británica revela que: «Nuestros datos demuestran que un cerebro moribundo puede responder al sonido, incluso estando inconsciente, hasta sus últimos segundos de vida», afirman una de las responsables del proyecto que: «Hay un momento en el que quienes fallecen de forma natural entran en una fase de poca respuesta cerebral, pero aún pueden oír».

Por lo que son buenas noticias que según los expertos: “Y, para mí, esto me parece un hallazgo muy significativo, ya que significa mucho para un paciente recibir ese último adiós y que tenga la capacidad mental de poder recibirlo». De tal forma que todo aquel que lo desee puede empezar a despedirse y hacerlo hasta el último momento de esa persona que se está marchando.

De la misma forma que se encontrará un cierto consuelo poder decirle adiós a esa persona que estamos despidiendo, lo encontraremos cuando ocupemos ese lugar de forma distinta y quizás sabiendo que podremos oír lo que nos dicen, encontramos el consuelo que buscamos.

Aunque la vista quizás es uno de los sentidos más marcados y que recordamos. El oído puede acabar siendo el que más se asemeje a lo que sentimos durante más tiempo. Un descubrimiento que sirve para las personas y también para los animales a los que también deberemos despedir.

Siendo de esta manera una de las formas de consuelo poder decirles adiós con las palabras y esa voz que seguramente han escuchado durante más y más tiempo, de forma casi extraordinaria y directa. Los expertos han dado pues con más detalles que han ayudado a descubrir cómo funciona nuestra mente en este momento final de la vida que representa la última oportunidad de escuchar unas palabras que nos llevaremos dónde sea que vayamos.