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Ni cada dos días ni cada dos semanas: un veterinario revela cada cuánto tiempo debes lavar la cama de tu perro

Cama del perro
Un perro en su cama.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La limpieza de la cama de nuestros perros es un aspecto fundamental que muchas veces pasa desapercibido en la rutina de cuidado de las mascotas. Sin embargo, mantener este espacio limpio es crucial no solo para el bienestar del animal, sino también para la salud de todas las personas que vivimos en casa. Una cama sucia puede acumular ácaros, bacterias y suciedad y, por ende, convertirse en una fuente de posibles problemas dermatológicos tanto para las mascotas como para nosotros.

Las camas de los perros son su lugar de descanso, donde pasan buena parte del día y la noche. Por lo tanto, este espacio acumula el pelo que el animal pierde diariamente, así como partículas de piel muerta, restos de comida y suciedad que el perro puede llevar en su cuerpo. Además, si el perro sale a pasear con frecuencia o juega en el exterior, es probable que lleve a su cama tierra, barro o incluso parásitos como pulgas o garrapatas. Teniendo esto en cuenta, la acumulación de ácaros y bacterias en los textiles puede irritar la piel del perro, provocando picazón, enrojecimiento e incluso infecciones. Asimismo, con el tiempo, una cama sin lavar acumula olores desagradables que pueden extenderse por toda la casa.

Limpieza de la cama del perro

La frecuencia con la que debemos limpiar la cama de un perro depende de varios factores, como la salud del animal, su estilo de vida y las recomendaciones específicas del veterinario. Según el doctor Jorge Sánchez, veterinario especialista en dermatología, hay que hacerlo con la misma frecuencia con la que bañamos a nuestra mascota. En el caso de aquellas razas que necesitan un baño semanal, la cama también se debe limpiar semanalmente.

En el caso de perros con enfermedades de la piel, como dermatitis o alergias, Sánchez sugiere lavarla incluso a diario si el perro tiene una afección cutánea activa, ya que esto ayuda a eliminar los agentes irritantes que pueden empeorar la condición. Por supuesto, no debemos olvidarnos del resto elementos del entorno del perro, como mantas, sábanas o juguetes, ya que acumulan la misma suciedad que la cama y deben formar parte de la rutina de limpieza para garantizar un entorno higiénico.

Proceso

Antes de comenzar a limpiar, lo primero es retirar todos los elementos de la cama, como mantas, cojines o protectores. Luego, aspiramos la superficie de la cama para eliminar pelos sueltos, polvo y suciedad superficial, prestando especial atención a las esquinas y costuras, donde se acumulan más residuos.

Si la cama tiene fundas desmontables, las quitamos y revisamos las etiquetas para verificar las instrucciones de lavado. Una vez retirada la funda, la metemos en la lavadora y usamos un detergente suave o hipoalergénico, preferiblemente sin fragancia, para evitar irritaciones en la piel del perro. Tenemos que lavarlas a una temperatura alta (alrededor de 60 °C) si el material lo permite, ya que esto ayuda a eliminar bacterias, ácaros y parásitos.

El relleno o la base de la cama también debemos limpiarla, especialmente si no tiene una funda protectora. Si el relleno no se puede mojar, utilizaremos un limpiador en seco o bicarbonato de sodio para desinfectarlo y eliminar los olores.

En el caso del bicarbonato de sodio, lo espolvoreamos por toda la superficie del relleno y lo dejamos actuar durante 15 a 20 minutos. Luego, aspiramos cuidadosamente para retirar el bicarbonato junto con cualquier partícula de suciedad.

El secado es una parte crucial de la limpieza de la cama del perro. Tanto la funda como el relleno deben estar completamente secos antes de volver a usarlos. La humedad residual puede convertirse en un caldo de cultivo para moho y bacterias, lo que podría afectar la salud del perro y generar malos olores.

Para evitar que la cama del perro se ensucie demasiado, debemos una rutina de limpieza regular. Además, es importante cepillar regularmente al perro para reducir la cantidad de pelo suelto y suciedad que lleva a la cama. También podemos colocar una manta o protector lavable sobre la cama para protegerla y facilitar la limpieza.

Utilizar productos adecuados es clave para garantizar una limpieza segura y efectiva. Debemos optar por detergentes hipoalergénicos y evitar los productos químicos agresivos que puedan irritar la piel del perro o dejar residuos tóxicos. También podemos usar un desinfectante apto para mascotas para eliminar bacterias y ácaros, enjuagando bien para evitar cualquier residuo.

El bicarbonato de sodio es una solución natural y económica para eliminar olores y desinfectar la cama. Su uso regular no sólo ayuda a mantener la cama limpia, sino que también previene la acumulación de suciedad entre lavados.

Siguiendo estos pasos y consejos, la limpieza de la cama del perro es una tarea simple pero efectiva para garantizar su bienestar y mantener un hogar limpio y saludable. Con un poco de esfuerzo y atención regular, nuestra mascota podrá disfrutar de un lugar de descanso cómodo y libre de suciedad.

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