¿Se te rompen las uñas? No hagas esto en verano

El verano puede afectar mucho a nuestra piel y también como no, al cabello y a las uñas. Las quemaduras solares están a la orden del día actualmente, pero además puede que notes también como tu cabello se reseca más fácilmente y en el caso de las uñas que estas se debilitan. En el caso de que este sea tu problema, y que notes que las uñas se te rompen más que de costumbre, puede que sea debido a algo que haces precisamente en verano y que es mejor evitar.

Uñas que se rompen en verano

Si tus uñas se rompen, están más frágiles y se desprenden más de lo normal durante estos días de verano, debes saber que la respuesta la tienes en el agua de la que deberías apartarte o de hecho, aprender a usarla de manera que no te acabe afectando como lo está haciendo.

Lo que te contamos son sin lugar a dudas, malas noticias para los amantes de la natación de piscinas y mares cristalinos. Según Dana Stern, doctora de dermatología en Mount Sinai y reconocida experta en uñas, la uña absorbe agua 1000 veces más que la piel, lo que significa que la exposición excesiva al agua puede debilitar las uñas y hacer que se descamen y se quiebren.

Piensa en tus uñas como pequeñas esponjas . Cuando el agua, que es una sustancia química, entra en las células de las uñas, se expanden. Luego, después de la inmersión en agua, se contraen.

Este proceso ejerce mucha presión sobre las uñas, haciéndolas más propensas a debilitarse , descamarse y romperse . Además, cualquier uña que se haya sumergido en agua durante períodos prolongados se volverá muy flexible y suave, lo que puede provocar roturas, adelgazamiento y debilitamiento con el tiempo.

Aunque cualquier tipo de actividad relacionada con el agua (duchas, lavado de manos, lavado de platos, etc.) puede poner las uñas bajo este tipo de estrés, según la dermatóloga Naana Boakye, la situación tiende a empeorar en el verano, cuando nuestra normal la exposición al agua se multiplica gracias a las fiestas en la piscina y los chapuzones en el océano.

Teniendo esto en cuenta, no es de extrañar que la salud general de las uñas esté en problemas en esta época del año.

Cómo proteger las uñas de daños por agua

De la misma manera que es recomendable a hidratar y tratar continuamente el cabello dañado por los efectos del sol, también necesitas mantener, hidratar y proteger tus cutículas durante todo el año.

La Dra. Stern sugiere mantener las uñas cortas (para reducir la superficie de absorción de agua), humectar las cutículas antes y después de la exposición al agua y usar esmaltes de uñas humectantes sin acetona .

La Dra. Boakye también recomienda el uso regular de una crema para manos emoliente y no grasosa, que masajea en el lecho ungueal y las cutículas después de cada lavado (o aplicación de desinfectante para manos) y antes de acostarse.

Por último, busca también ingredientes protectores que protejan tus uñas del lavado frecuente de manos y las rejuvenezcan al mismo tiempo, como la manteca de karité, el aceite de coco y el aceite de oliva.