El testaferro de Juan Carlos I compró otro edificio de lujo en el Barrio de Salamanca con una ‘offshore’ de Dubái

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Manuel Cerdán

El empresario mexicano Allen Sanginés-Krause, que fue investigado por actuar de testaferro de Juan Carlos I en el caso de las tarjetas black, compró y rehabilitó un inmueble en la calle Ayala de Madrid a través de una sociedad offshore radicada en Emiratos Árabes Unidos, donde el ex monarca tiene su domicilio fiscal desde hace dos años. El edificio de Madrid, con 17 apartamentos de lujo, está ubicado en el barrio de Salamanca, una zona considerada como la milla de oro de la capital, en la que el metro cuadrado supera los 8.000 euros.

La operación de compra se efectuó por medio de una maraña de sociedades conectadas a Sanginés cuya existencia sólo justifica con una finalidad: la ocultación de los beneficiarios últimos del negocio. En todas las mercantiles figuraba el empresario mexicano que, desde 2014, se había convertido en el asesor financiero del Rey emérito. En una de las mercantiles, Sanlua Inversiones, aparecía como administrador junto al empresario Jorge Fernández de Araoz y García-Luben, sobrino de Juan Carlos García-Luben y Fernández-Aldao, que es amigo y compañero de cacerías de Juan Carlos I y a quienes les unía también la afición por los relojes de lujo. La Joyería Aldao de la Gran Vía de Madrid fue la suministradora oficial de la Casa del Rey hasta hace unos 12 años en que el fallecimiento del primogénito, José Luis García-Lubén y Fernández-Aldao, y las posteriores desavenencias familiares, la llevaron al cierre.

Juan Carlos I
Edificio de la calle Ayala

El edificio de Ayala, 63 fue adquirido en enero de 2017 por la sociedad Global Endor SLU, que abonó ocho millones de euros tras recibir un crédito hipotecario de algo más de nueve millones del Banco de Sabadell, aunque por su situación en la esquina de las calles Ayala y General Díaz Porlier, el inmueble puede tener un valor superior a los 15 millones de euros. La operación se cerró antes del escándalo de las cintas de Corinna Sayn-Wittgenstein y de que el fiscal de Ginebra, Yves Bertossa, abriera una investigación contra Juan Carlos I y sus testaferros suizos.

La rehabilitación del inmueble culminó en 2020 y sus 17 apartamentos fueron destinados al alquiler de viviendas turísticas. Los inquilinos suelen pagar entre 175 y 390 euros por noche, según informa la web oficial de The Arc Collection, que se encarga de la gestión.

Juan Carlos I
Edificio de la calle Ayala

Global Endor

Global Endor es una sociedad controlada por el mexicano Allen Sanginés-Krause y María Fernández Pérez, en la que ambos figuran en el Registro Mercantil, desde el 12 de abril de 2021, como administradores solidarios. Posee un capital escriturado de 1,5 millones y su objeto social es la compra y venta de edificios. El mexicano fue con anterioridad su presidente.

Sin embargo, el accionariado de la sociedad no termina ahí. Global Endor es, a su vez, un tentáculo de Asiru Inversiones, en la que sus administradores solidarios se repiten -Sanginés y María Fernández Pérez. Asiru Inversiones, a su vez, posee otras dos filiales: Ayala Inmo Investment y Palacio Tirso de Molina SL.

Pero su titularidad tampoco termina con esa marca: el 100% de las acciones de Asiru Inversiones pertenece a una offshore de Dubái denominada Alcázar Ventures FZE, también controlada por el testaferro de Juan Carlos I, el mexicano Sanginés. Las iniciales «FZE» significan en inglés «free zone establishment», lo que en español sería «establecimiento de zona franca». Un lugar donde las sociedades, además de no pagar impuestos, tienen libertad para operar en cualquier parte del mundo con plena opacidad, como cualquier offshore de un paraíso fiscal.

Dinero de Emiratos Árabes

La sociedad española de Sanginés recibió en 2017 una cantidad de dinero de Emiratos Árabes, que facilitó la compra de parte del edificio de Ayala, 63 y otro en el centro turístico de Madrid. Entonces EAU era un país que figuraba en la lista negra del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) por su laxitud en los controles de los movimientos financieros.

Desde que Juan Carlos decidió exiliarse a Abu Dabi, en agosto de 2020, y meses después fijar allí su domicilio, como adelantó OKDIARIO, el ex monarca se ha visto acompañado por una corte de amigos y testaferros que realizan sus negocios desde la capital de EAU y desde Dubái, la segunda megaciudad del país. El Rey emérito y sus correligionarios cuentan con la protección del emir y presidente de EAU, Mohamed bin Zayed, y del vicepresidente y emir de Dubái, Mohamed bin Rashid, a quienes se dirige como «hermanos».

El domicilio social de Asirus Inversiones, plaza de la Lealtad 2, fue el mismo que el de Sanlua Inversiones, que también estuvo domiciliada en el mismo inmueble del edificio de apartamentos: Ayala, 63.

Tratamientos a Juan Carlos I

Aunque Sanginés figura como titular del total de las acciones en Sanlua Inversiones, esta sociedad está vinculada con otras donde figura el miembro de la familia Aldao Jorge Fernández de Araoz y García-Luben. Es el caso de Ed Watches, Global Endor o Palacio Tirso de Molina.

Las operaciones triangulares de Sanginés y sus socios han llevado a la Fiscalía catalana y al Juzgado de Instrucción número 29 de Barcelona a abrir las diligencias previas 511/22 por un delito de fraude a Hacienda de 600.000 euros. Según las investigaciones judiciales, Sanginés y el doctor Manuel Sánchez Sánchez habrían simulado la ampliación de capital de la sociedad propietaria de Clínica DeSánchez, donde recibe tratamiento desde hace años Juan Carlos I. Muchos de esos tratamientos fueron abonados por el testaferro mexicano. Incluso, el doctor Sánchez, un experto en tratamiento de rejuvenecimiento, suele viajar de manera mensual a Abu Dabi para tratar al ex monarca.

La Agencia Tributaria detectó que, entre los ejercicios 2016 a 2018, se ocultaron unas retribuciones de 1,7 millones que los acusados cubrieron de manera camuflada con fondos de una de las sociedades del mexicano bajo el procedimiento de ampliaciones de capitales. La sociedad empleada fue Sanlua Inversiones.

El método utilizado era parecido al de las tarjetas black, también con Sanginés como protagonista, o al de Álvaro de Orleans por medio de Zagatka: éste pagaba los jets privados para sus vuelos internacionales de una cuenta en la que el verdadero beneficiario era Juan Carlos.

OKDIARIO publicó este martes que el inversor mexicano compró, en octubre de 2018, por 210 millones de euros el hotel de cinco estrellas Villamagna, situado en el paseo de la Castellana de Madrid, poco después de que estallara la trama suiza, investigada por el fiscal de Ginebra Yves Bertossa. Así mismo, desveló que José Fanjul, el rey del azúcar y amiguísimo del ex monarca, comentó en 2014 por correo electrónico a Corinna Sayn-Wittgenstein que el inversor Allan Sanginés-Krause era el nuevo asesor y responsable de la estructura financiera de Juan Carlos I.

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