Las siete mujeres terroristas más buscadas por el FBI: de 50.000 a 5 millones de dólares de recompensa
El presidente de Estados Unidos Joe Biden anunciaba este lunes la muerte del líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, en una operación antiterrorista realizada en Kabul el pasado fin de semana. Estados Unidos ofrecía 25 millones de dólares de recompensa por una pista que diese con Ayman Al Zawahiri. Era el primero en la lista de los 44 más buscados del FBI (Federal Bureau Investigation) estadounidense, que ya ha puesto el cartel de «muerto» sobre su imagen. Lo que poca gente sabe es que entre los terroristas más buscados hay siete mujeres. Estados Unidos ofrece de de 50.000 a 5 millones de dólares de recompensa. A todas se las considera armadas y «muy peligrosas».
Ahlam Ahmad Al-Tamimi nació en Jordania en 1980. Es periodista y además de árabe habla inglés. El FBI la busca por participar en un atentado el 9 de agosto de 2001 a una pizzería en la ciudad israelí de Jerusalén donde murieron 15 personas incluidos dos ciudadanos estadounidenses. Además hubo otros 122 heridos, entre ellos otros cuatro americanos. El 15 de julio de 2013 un tribunal del distrito de Columbia, en Washington, emitió una orden de arresto contra ella. Estados Unidos (EEUU) ofrece cinco millones dólares por una pista que permita su arresto.
Joanne Deborah Chesimard es una de las terroristas que el FBI busca desde hace más tiempo y ofrece 100.000 dólares de recompensa por alguna información que conduzca a su arresto. Tiene entre 70 y 75 años, aunque se desconoce su edad real, ya que ha usado hasta 22 nombres diferentes y su fecha de nacimiento varía.
Chesimard es de nacionalidad estadounidense y su historia arranca el 2 de mayo de 1973 cuando fue detenida por la Policía del estado de Nueva Jersey, por pertenencia al Black Liberation Army y haber cometido varios atracos a bancos, junto a dos compañeros por cometer una infracción de circulación en una autopista. Los tres se liaron a tiros con los agentes matando a los dos, aunque uno de los delincuentes también resultó muerto. Chesimard huyó del lugar aunque luego fue arrestada y en 1977 fue condenada a cadena perpetua, pero el 2 de noviembre de 1979 se fugó de la prisión de Clinton, en Nueva Jersey, hasta que fue identificada en en Cuba en 1984. El FBI cree que todavía vive allí. Chesimard tiene cicatrices en el pecho, el abdomen el hombro y la rodilla izquierda.
De edad similar es Donna Joan Borup. Antes de huir de la Justicia trabajó como serigrafista y diseñadora gráfica en South Amboy, en el estado de Nueva Jersey. El 26 de septiembre de 1981 participaba en una manifestación contra el apartheid en el aeropuerto internacional JFK de Nueva York. La Policía tuvo que disolver la manifestación y se produjeron disturbios en los que Borup participó, presuntamente, arrojando sosa cáustica a los ojos de un agente de la autoridad portuaria. Durante aquellos años Borup militaba en la organización comunista «19 de mayo», un partido que abogaba por la revolución armada de inspiración marxista-leninista para derrocar al gobierno de los Estados Unidos. Borup fue arrestada, pero puesta en libertad bajo fianza a la espera de juicio en mayo de 1982. Nunca se presentó y se cree que continúa viviendo en Estados Unidos bajo otra identidad. El FBI ofrece 100.000 dólares de recompensa.
A la misma organización de inspiración marxista-leninista pertenecía Elizabeth Anna Duke, de 81 años. Era maestra y habla español con fluidez, tiene vínculos con Texas y se sabe que viaja con frecuencia al norte de EEUU en la frontera con Canadá. En mayo de 1985 fue arrestada en Pennsylvania pero puesta en libertad bajo fianza. En noviembre de 1986 el distrito este de ese estado emitió una orden de arresto. El FBI ofrece ahora 50.000 dólares por una información sobre su localización.
Cheri Laverne Dalton tiene 70 años. Se desenvuelve tanto en inglés como en español. El FBI ofrece también 100.000 dólares de recompensa y está acusada de participar en el asalto a un vehículo blindado, donde ella y sus cómplices se hicieron con un botín de 1,6 millones de dólares en el estado de Nueva York. Dos agentes de policía y un guarda de seguridad resultaron muertos y otro policía y dos guardas heridos. En 1982 un jurado federal acusó formalmente a Dalton de violación de la Ley sobre organizaciones corruptas e influenciada por la extorsión (RICO en inglés), de ahí su inclusión en la lista de los terroristas más buscados. Dalton se relaciona con la cultura «hip hop» en Cuba y utiliza hasta once identidades diferentes.
Josephine Sunshine Overaker, de nacionalidad canadiense, tiene 50 años, un tatuaje grande en la parte superior del brazo izquierdo y otro enorme en forma de ave que se extiende desde la parte superior del brazo derecho a la parte superior de la espalda. Además presenta cicatrices en el tobillo izquierdo, el tobillo derecho, la pantorrilla derecha y el muslo de la misma pierna. Se ha detectado a Overaker buscando trabajo como bombera, comadrona, cuidadora de ganado e incluso masajista. Habla español con fluidez e incluso ha usado identidades con apellidos españoles. Se sabe que utiliza narcóticos y es o ha sido vegetariana estricta. El FBI la acusa desde el año 2006 de participar en una célula terrorista en territorio de EEUU. Tiene en contra 17 cargos de asociación delictiva, cinco de incendio y un cargo de destrucción de una instalación de energía. Los delitos que se le imputan fueron reivindicados por el Frente para la Liberación de la Tierra (ELF) y el Frente para la Liberación de los Animales (ALF).
La séptima terrorista más buscada por el FBI es Catherine Marie Kerkow, de 71 años, que secuestró el vuelo 701 de la línea aérea Western Airlines el 3 de junio de 1972. Kerkow era militante de los «Pantera Negra» y ella junto con un cómplice exigieron 500.000 dólares por dejar libres a los 97 pasajeros del vuelo. Los dejaron en San Francisco y luego volaron a Argelia, donde recibieron asilo político. En enero de 1975 ella y su cómplice fueron detenidos en Francia acusados de usar pasaportes falsos. El otro terrorista fue deportado a EEUU, pero Kerkow logró fugarse y pasar desapercibida en Francia gracias a su perfecto dominio del idioma local. El FBI cree que puede estar en Francia, Suiza, Argelia, Jordania o Cuba y está acusada de piratería aérea y, a pesar de su edad, se la considera «armada y muy peligrosa».