Puigdemont quería usar a las «multinacionales catalanas» como «célula de inteligencia» del CNI catalán
El ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont pretendía utilizar a las grandes empresas catalanas como «célula de inteligencia» de su Agencia Nacional de Seguridad (ANS), el CNI catalán cuya creación ha sido suspendida por el Tribunal Constitucional.
El documento elaborado por el equipo de Artur Mas y asumido luego por el Govern de Puigdemont para crear esta Agencia incluye la siguiente recomendación: «Apoyarse en el conocimiento, experiencia e información de entidades privadas y multinacionales catalanas (La Caixa, Aigües de Barcelona, Abertis, Gas Natural, Grifols, Banc Sabadell, Seat, etc…) para construir la célula de inteligencia» de la Agencia.
Der las empresas citadas, las únicas que mantienen actualmente su sede social en Cataluña son Seat (que difícilmente puede ser considerada como una «multinacional catalana») y Grifols, que tiene más del 70% de su negocio en Irlanda, donde se beneficia de importantes rebajas fiscales.
El resto de las multinacionales citadas en el documento trasladaron su sede social fuera de Cataluña tras el referéndum ilegal del 1-O, huyendo de la inestabilidad política y social provocada por los independentistas.
El Ejecutivo de Puigdemont pretendía integrar en esta Agencia Nacional de Seguridad (ANC), luego rebautizada como Agencia de Ciberseguridad de Cataluña, tres organismos de la Generalitat ya existentes: el CESICAT, el CTTI y Agencia Catalana de Certificación (CATCert). La Generalitat utilizó los dos primeros organismos citados para organizar el referéndum ilegal de independencia del 1-O, como ha puesto en evidencia la investigación que dirigen los magistrados Pablo Llarena y Juan Antonio Ramírez Sunyer.
Sobre el papel, la intención del Govern de Puigdemont era crear una Agencia adscrita a la Dirección General de la Policía de la Generalitat, especializada en la lucha contra la ciberdelincuencia, en coordinación con los Mossos d’Esquadra.
Pero el documento interno que manejaba el equipo de Puigdemont iba mucho más allá y planteaba crear un servicio de inteligencia similar al CNI. De hecho, el dossier compara el presupuesto de esta Agencia con el del CNI (que actualmente ronda los 290 millones de euros) y con la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos, que supera los 2.700 millones de euros anuales.
La investigación abierta en el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona acredita que la Generalitat utilizó su agencia de ciberseguridad CESICAT para desarrollar actividades de espionaje informático. Por su parte, los documentos internos de los Mossos d’Esquadra que desde hace meses están en poder del juez del Supremo Pablo Llarena y de la magistrada de la Audiencia Nacional Carmen Lamela evidencian que la Policía autonómica ha espiado durante años a políticos y periodistas opuestos al proceso de independencia.
Contactar con los servicios de inteligencia de Israel
El documento al que ha accedido OKDIARIO indica que la Generalitat pretendía crear su Agencia Nacional de Seguridad (ANS) con un presupuesto inicial de 11,3 millones de euros, que luego se ampliaría progresivamente hasta los 38,8 millones. Del mismo modo, nacería con una plantilla de 153 empleados, para alcanzar a medio plazo los 306.
El informe establece que este organismo asumiría también la puesta en marcha de un «plan de seguridad» para garantizar la confidencialidad de las comunicaciones de los altos cargos de la Generalitat. Según el dossier, se trata de «dotar al personal VIP de la Generalitat de las tecnologías y la formación para disponer de comunicación segura entre los altos cargos garantizando en todo momento la disponibilidad y confidencialidad de sus comunicaciones».
Dentro de este plan, el CTTI se encargaría de suministrar los medios tecnológicos necesarios (entre los que menciona «teléfonos móviles por satélite y terminales Tetra»), garantizar el cifrado de las comunicaciones y establecer controles de seguridad informáticos.
Por su parte, el CTTI y los Mossos utilizarían estos medios para controlar en todo momento la situación de los altos cargos de la Generalitat («24×7 trazabilidad VIPs», lo llama el documento) y pondrían en marcha un protocolo para atender las incidencias en las comunicaciones de los altos cargos.
Como ha informado OKDIARIO, el documento interno de la Generalitat también recomendaba «entrar en contacto con los servicios de inteligencia de Israel para conocer la organización de su agencia de Ciberseguridad. La Ertzaintza tiene buenos contactos con empresas y con el mundo gubernamental israelí”.
El secretario de Telecomunicaciones de la Generalitat, Jordi Puigneró, y el entonces director del CESICAT, Xavier Gatius, encabezaron en noviembre de 2016 una delegación de la Generalitat a Tel Aviv para asistir a una feria internacional de ciberseguridad, como ha informado OKDIARIO.
La prensa independentista aireó que el objetivo real de este viaje era estrechar lazos con el Gobierno de Israel y dar los primeros pasos para crear los “servicios de inteligencia” de la Generalitat, el llamado “CNI catalán”. De hecho, Puigneró y Gatius fueron recibidos en su casa por Leo Gleser, un ex militar que preside la empresa de seguridad International Security and Defense Systems (ISDS Ltd.), considerada como muy próxima al Gobierno de Israel.