Pablo Iglesias ha sido multado con 4.500 € por exceder un 20% el aforo máximo de su taberna
OKDIARIO desvela que la taberna del ex líder de Podemos fue expedientada por 10 personas más del aforo permitido

El ex vicepresidente del Gobierno y ex líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha recibido una multa de 4.501 euros por superar en un 20% el aforo permitido en la Taberna Garibaldi, el establecimiento hostelero que gestiona junto a sus socios en el barrio madrileño de Lavapiés. Según adelanta OKDIARIO, las autoridades locales ha iniciado un procedimiento sancionador tras comprobar que el local, con capacidad autorizada para un máximo de 45 personas, albergaba a 55 clientes durante una inspección municipal.
La sanción, que se encuentra actualmente en fase de notificación del acuerdo de inicio, se considera «grave» según la normativa vigente que regula las condiciones de seguridad en establecimientos públicos. El exceso de aforo constituye una preocupación relevante para las autoridades municipales, ya que supone un riesgo potencial para la seguridad de los clientes en caso de ser necesaria una evacuación de emergencia. Cabe recordar el caos del Madrid Arena en el que fallecieron 5 jóvenes en 2012.
La multa que desvela OKDIARIO a la taberna de Iglesias no es el único procedimiento administrativo abierto contra el establecimiento. El Consistorio madrileño tiene además en tramitación un requerimiento de subsanación de deficiencias por «elementos no ajustados a licencia», específicamente por la instalación de equipos de reproducción sonora no contemplados en su autorización: un amplificador y dos altavoces conectados a un ordenador. Precisamente es el material que sirve a Pablo Iglesias para realizar actos culturales y mítines políticos en el interior de su taberna.
La Taberna Garibaldi, que abrió sus puertas el 19 de marzo de 2024, opera con una licencia básica de «café-bar», que no permite el uso de determinados equipos de sonido ni la realización de espectáculos en directo, actividades que, según diversas fuentes, son habituales en el local. Las categorías de licencias no son caprichosas, responden a requisitos específicos de seguridad, insonorización y configuración del espacio. Sin embargo, Pablo Iglesias ha hecho caso omiso a esas precauciones.
Desde su apertura, el establecimiento se ha convertido en un punto de encuentro político para simpatizantes de la extrema izquierda, gracias en gran parte a la notoriedad de Iglesias, quien frecuentemente promociona las actividades del local en sus intervenciones mediáticas. En las últimas semanas ha abierto una recaudación de 146.000 euros para mudarse a un local más grande. De esa colecta Iglesias podría pagar también la multa del Ayuntamiento de Madrid por su taberna con aforo superado.
Por otra parte, Madrid Salud y la Comunidad de Madrid también han abierto expedientes que podrían acabar en más multas al polémico local que acumula polémicas.
Sin licencia de restaurante
Diversas fotografías en redes sociales revelan que el local opera de facto como un restaurante, con cocina equipada y carta de platos elaborados, a pesar de contar únicamente con licencia de cafetería-bar. «Romesco casero», «cocido garibaldiano», «rafioli feministerio», «tacos venganza», «hamburguesa»… son algunos de los platos que sirve la taberna de Iglesias que ha recibido una multa.
Por otra parte, también está en cuestión la accesibilidad del establecimiento, que mantiene dos escalones en su entrada sin la correspondiente rampa para personas con movilidad reducida, así como la ausencia de información obligatoria en el exterior, como los criterios de derecho de admisión o la lista de precios.
Las normativas hosteleras están diseñadas para garantizar la seguridad de clientes y trabajadores, así como para asegurar una competencia justa entre establecimientos. Sin embargo, el líder de Podemos ignora esas cuestiones. Cuando un local opera con servicios que exceden su licencia, no sólo incumple la legalidad sino que puede generar competencia desleal frente a quienes sí asumen los costes y requisitos de licencias superiores.
La decoración del local también ha sido objeto de controversia. Según ha podido constatar OKDIARIO a través de material gráfico compartido en redes sociales, la taberna cuenta con numerosas banderas y lienzos colgados, así como grandes cortinas rojas, elementos que podrían no cumplir con las normativas ignífugas exigidas a los establecimientos de pública concurrencia.
La situación ha generado críticas por la aparente contradicción entre el discurso político habitual de Iglesias, frecuentemente crítico con los incumplimientos normativos empresariales, y su gestión como propietario de un establecimiento que acumula requerimientos y sanciones.
El nombre del establecimiento hace referencia al revolucionario italiano del siglo XIX Giuseppe Garibaldi, figura histórica vinculada a las luchas por la unificación italiana y los movimientos progresistas de la época. En sus redes sociales, la taberna se describe como un «bastión de la libertad del proletariado», evidenciando el posicionamiento ideológico que sus propietarios han querido darle.
Los procedimientos administrativos contra Pablo Iglesias seguirán su curso habitual. Muchos establecimientos incurren en irregularidades similares, pero ninguno los gestiona un ex vicepresidente del Gobierno al que se le supone un interés en cumplir la legislación.
Las autoridades no tendrán trato especial para Iglesias. La taberna deberá, a la mayor rapidez posible, subsanar las deficiencias señaladas para evitar nuevas sanciones, independientemente de la notoriedad pública de su propietario.