MUERTE EN TRASPINEDO

Óscar culpa a Esther López de su propia muerte: “Esto tenía que pasar antes o después por cómo era ella”

La declaración del principal sospechoso del caso de Traspinedo, revelada en primicia por OKDIARIO, muestra el desdén del investigado al referirse a la víctima

Durante el interrogatorio Óscar cayó en severas contradicciones como reconocer que la carretera en la que dice que dejó a Esther “es un punto peligroso”

La juez al amigo de Esther López: «¿Puede ser que usted la atropellara y moviera el cadáver?»

Las imágenes del escenario montado por el autor de la muerte de Esther López que hablan por sí solas

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Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

La grabación en vídeo de la declaración del sospechoso de la muerte de Esther López, revelada en primicia por OKDIARIO, sigue arrojando sospechas sobre las supuestas falsedades vertidas por la última persona que la vio con vida. Óscar trató de dar explicaciones lógicas a todos los indicios que la juez instructora le enumeró uno por uno durante casi media hora. Su señoría sabía que interrogar al principal sospechoso en sede judicial era crucial para garantizar el progreso del procedimiento, de ahí que hiciera palmarias las contradicciones del investigado sin esperar mucho a cambio. Eso sí, Óscar no tuvo dudas en sembrar la sospecha sobre terceras personas, llegando a insinuar que si Esther López está muerta es, básicamente, por su culpa. “Esto tenía que pasar por cómo era ella”, aseguró.

El interrogatorio al que se sometió el principal sospechoso de la muerte de Esther López muestra el desasosiego que su versión de los hechos de lo que pasó la noche que la joven murió produce en la instrucción del caso. Después de negar sin argumentos que el teléfono de la chica estuviera junto al suyo o que su coche posicionara en Traspinedo tras la muerte de Esther mientras él jura haber estado todo ese tiempo en Valladolid, la juez pierde la paciencia cuando le pregunta a Óscar por qué la aplicación de actividad física de su móvil, con contador de pasos incorporado, delata que la madrugada de la muerte de Esther no se durmió antes de las 05:30. “Porque usted sonámbulo no es, digo yo”, le dijo su señoría en un momento de la declaración.

La investigación de la Guardia Civil es extensísima en detalles y por eso la juez tiene mucho que preguntar a Óscar. Preguntas como si tuvo algún tipo de inquietud por averiguar el estado de Esther al día siguiente de haberla dejado sola en la carretera de madrugada, y el investigado no detenido se despachó con un desdén que, si bien no demuestra su culpabilidad, sí que deja muy a las claras su catadura moral: “Esto tenía que pasar por cómo era ella”. Además. No tuvo reparos en referirse a Esther hasta en dos ocasiones con un mote despectivo que bien podría haber merecido el reproche de la juez que lo estaba interrogando.

La dejó en un lugar «peligroso»

Pero más allá de las incorrecciones y faltas de respeto de Óscar, más allá de mencionar a Carolo, el otro amigo que lo acompañó a él y a Esther esa noche, como posible sospechoso “porque es que me dijeron que eran novios”, o apuntar a un okupa como otra posible persona de interés, Óscar cometió errores en su declaración. ‘Miniyo’, apelativo por el que se le menciona en la investigación en algunos mensajes de Esther, aseguró ser muy amigo de la familia de Esther, tanto que ha dormido en su casa noches en las que no podía conducir tras tomar unas copas “porque la carretera es peligrosa”.

“Si usted reconoce ser amigo de la familia de Esther, ser amigo de su hermana, tanto que se ha quedado en su casa para no correr peligro conduciendo por esa carretera, ¿puede explicar por qué dejó allí sola a Esther?” No, no puede explicarlo más allá de un balbuceo: “Yo le ofrecí llevarla, pero no quiso”, dijo Óscar en su declaración.

El interrogatorio de Óscar era una necesidad procesal y pocos eran los que tenían esperanzas en que se convirtiera en una confesión de los hechos. Aun así, el investigado ya es preso de sus propias palabras. Él mismo insinúa ante la juez que Esther y Carolo eran novios, pero no explica cómo los novios se separan aquella noche para irse ella con Óscar en lugar de con Carolo.

Pero lo curioso no es eso, sino que, a la mañana siguiente, cuando Esther ya había muerto, Carolo le escribió un mensaje a Óscar: “¿Remataste?”. Su señoría le deja claro a Óscar que incluso a ella ese mensaje le parece que tiene una connotación sexual, un punto machista, sí, pero clave para entender un posible detonante para que Esther sufriera un acto violento. El cadáver de Esther presenta restos de saliva en el cuello cuya identidad biológica todavía no se ha podido determinar.

¿Acaso Óscar tenía intención de mantener relaciones con Esther aquella noche y por eso Carolo le pregunta a la mañana siguiente si remató? ¿Pudo el investigado aproximarse a Esther y ella negarse a mantener ningún tipo de contacto? Son sólo hipótesis que se escucharon durante su interrogatorio, y a todas ellas Óscar respondió lo mismo: “No, no puede ser, nunca e imposible”.

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