'BÁRBARALEAKS' (XXVII)

Juan Carlos I a Bárbara Rey sobre el Gobierno socialista: «No entiendo que sigan votando al PSOE»

Confesó no "entender" la masa de votantes tras la larga lista de casos de corrupción del Gobierno de Felipe González

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Ángel Moya

Juan Carlos I confesó a Bárbara Rey no «entender» la masa de votantes que seguía teniendo el PSOE de cara a las elecciones de 1996 -en las que finalmente ganaría el PP de José María Aznar-, tras la larga lista de casos de corrupción que había acumulado el Gobierno de Felipe González. Así consta en los audios que OKDIARIO ha obtenido en exclusiva y que fueron el material con el que Bárbara Rey desplegó un chantaje a la Corona. Los mismos audios que el Cesid (ahora el CNI) tanto se esforzó en conseguir.

En sus conversaciones íntimas, el hoy Rey emérito no ocultaba a Bárbara Rey su amplio conocimiento del pelaje de algunos de los políticos españoles de la época. La vedette evidencia su interés por sonsacar al Rey y pregunta continuamente al monarca por sus opiniones políticas o por determinadas figuras de la vida pública del país. España está en plena campaña de las elecciones que terminaría ganando el Partido Popular en 1996 y la artista se muestra sorprendida de que «con tantos follones que está habiendo con el PSOE [corrupción], la gente siga votándoles. El Rey responde con aparente resignación: «No sé, no lo entiendo».

Son las grabaciones que realizó Bárbara Rey de las conversaciones telefónicas que mantenía con el Rey Juan Carlos I a mediados de los años 90. Documentos llenos de indiscreciones, pero, sobre todo, plagados de revelaciones del monarca sobre asuntos políticos y del Gobierno socialista de la época que afectaban al devenir de España y que jamás debían haber llegado a los oídos de una vedette.

Conspiración republicana

Ese es uno de los temores principales del Rey, que una conspiración de la izquierda más montaraz intente instaurar una república en España: «Puede llegar a ese extremo porque hay ya grupos de intelectuales, periodistas, sectores contrarios a Felipe González dentro el PSOE…, un grupo importante que lidera el Guerra… y un grupo de IU, que están detrás de una cosa que es la república y…».

El Rey le cuenta a la vedette: «Sí, entonces, con tal de acabar con Felipe [González], no les importaría arrasar con lo que fuera. Hay que estar avizor».

Bárbara Rey, consciente de que está grabando la conversación, sigue preguntando con poco amor, pero mucho interés, y el monarca continúa la conversación sobre corrupción durante el Gobierno socialista: «Muchísimo de la raya se han pasado». Juan Carlos I incluso se detiene a explicarle a la vedette el motivo de tanta corrupción: «Como han puesto, entre tú y yo, durante muchos años… han puesto, en vez de a profesionales y tal, han puesto a chorizos, pues…». 

El Rey llega a mencionar como ejemplo al político socialista Narcís Serra, un comentario premonitorio sobre el entonces ministro de Defensa antes de que éste terminara dimitiendo en 1995 por las escuchas del Cesid [el hoy CNI] al propio Rey Juan Carlos. «¿Sabes?, el otro día…, sé que alguien le dijo a Serra, que también anda con el techo de cristal y buscándole las cosquillas y se las van a encontrar, te lo digo de verdad».

El ambiente que se vivía entonces tras salir a la luz muchos de los grandes casos de corrupción del PSOE del momento, junto a las confidencias que recibía como Jefe del Estado, hace que Bárbara Rey llegue a plantearle al Rey la posibilidad de que se hubiera hecho «desaparecer» a Luis Roldán (ex director de la Guardia Civil) para tapar corruptelas más graves.

Entonces ya se sabía que Roldán había saqueado los fondos reservados del Gobierno mientras dirigía la Guardia Civil y había provocado con su huida de España una de las mayores crisis del Gobierno de Felipe González. El ex político socialista se entregaría después en Laos durante otro oscuro episodio de la historia reciente de España y terminaría, tras pasar por la cárcel, falleciendo tranquilamente en el año 2022 sin que se hallara el inmenso botín que consiguió ocultar a la Justicia, casi 14 millones de euros y mansiones señoriales en París y en las Antillas francesas.

«Lo que pasa es que, bueno, hay mucha gente que son partidarios de ellos (del PSOE) y hay muchas cosas que posiblemente callan, pero está el rumor de que no apareciera nunca más el Roldán este, ¿sabes?», le comenta la vedette a Juan Carlos I en una de sus conversaciones íntimas. «Pero que no apareciera, no porque no quiera aparecer nunca más y esté en un paradero que nadie sepa dónde está, sino que en un futuro no apareciera ni vivo ni muerto. Ese rumor está en la calle, la gente hace conjeturas increíbles como ‘tienen tanto que tapar y que esconder, que no les importaría cargárselo’», puntualiza Bárbara Rey, mientras el monarca no niega, ni confirma, semejante posibilidad.

Ésta es sólo una pequeña parte de los audios por los que en su día el Cesid pagó como mínimo 25 millones de pesetas a la vedette para hacerse con ellos, sin lograr del todo su objetivo, porque las copias de este chantaje al Estado han pervivido hasta ahora.

A pesar de todos los esfuerzos del Cesid, el hecho de que las grabaciones hayan perdurado hasta la actualidad pone en duda, como mínimo, la efectividad de los espías e incluso abre la posibilidad de un pacto entre ambas partes con vistas al futuro.

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