El hotel que se hace de oro con los inmigrantes de Barajas ya factura 3,3 millones al año
Los trabajadores de Cruz Roja trasladan a un hotel de Vallecas a los inmigrantes que han obtenido asilo en Barajas
El hotel que acoge a los inmigrantes solicitantes de asilo que llegan al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas ya factura 3,3 millones de euros al año gracias a los ingresos que obtiene del Gobierno de España. Se trata del Hostal Welcome, ubicado en el Polígono Industrial de Vallecas, al que llegan cada día peticionarios de asilo. «Se están haciendo de oro porque llevan desde el principio acogiendo a asilados», explican fuentes policiales consultadas por este periódico.
El efecto llamada entre inmigrantes de las políticas del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha impulsado un negocio hotelero de Madrid, ya que Cruz Roja deriva ahí a los inmigrantes a los que se le ha concedido el asilo. Se trata de un operativo desplegado en colaboración con los ministerios de Migraciones y de Interior. Según las últimas cuentas anuales presentadas por ese hotel, que datan del cierre de 2022, el importe neto de la cifra de negocios asciende a 3.376.959 euros, que tras restar los gastos reportan 125.044 de beneficios.
OKDIARIO se ha trasladado a este hotel al que llegan los inmigrantes tras su estancia en las salas de asilo de Barajas. Furgonetas y autobuses de Cruz Roja les llevan a diario hasta esta infraestructura, que cuenta con 90 habitaciones, repartidas en tres plantas, en las que pueden pernoctar hasta 278 viajeros. Allí se mezclan los mochileros en busca de un alojamiento económico y los refugiados. Junto a la recepción, la citada ONG tiene una oficina en la que trabajan voluntarios y profesionales del ramo que atienden las necesidades más urgentes de los inmigrantes que ya han conseguido su aval para residir en España.
La instalación cuenta con un patio interior con bancos y merenderos, además de servicios comunitarios en los que hay bañeras destinadas a posibilitar la ablución –la limpieza de determinadas partes del cuerpo– de los musulmanes que viven en el hostal. Las habitaciones son sencillas y se limpian a diario. El comedor es uno de los puntos de encuentro y allí se sirve comida y bebida gratuita a los refugiados que, durante dos meses, pueden dormir en el hotel. Algunos deciden irse con sus familias o conocidos en España.
Incidentes
La convivencia dentro del hostal es aparentemente tranquila. Sin embargo, durante sus años de actividad se han producido algunos altercados protagonizados por sus clientes. Algunos incluso relacionados con delitos contra extranjeros, como un hombre que trató de llevarse a dos huéspedes inmigrantes a Londres con documentos de identidad sustraídos a sus titulares. También se han registrado incendios de colchones en las habitaciones o riñas ligadas a malos tratos por violencia de género, tal como recogen sentencias judiciales consultadas por OKDIARIO.
Los negocios que rodean la zona son, principalmente, empresas, almacenes y centros logísticos. También hay restaurantes que frecuentan los asilados que viven en el Hostal Welcome. «Les vemos llegar en autocares, pasean mucho por la zona, a veces se quedan en nuestros accesos charlando, no molestan», explica un empleado de la compañía de paquetería ubicada al lado del hotel.
Viaje por África
Los inmigrantes que llegan a este hotel de Vallecas viajan durante meses antes de alcanzar España. La mayoría de ellos son africanos que huyen de conflictos armados. «Venimos de Palestina por la guerra, estaremos aquí unas semanas, nos han dado el asilo», explican Mohamed y Ahmed en una charla con este periódico a las puertas del establecimiento. Muestran su documentación sellada por la Policía, con la que se les autoriza a moverse libremente por las fronteras europeas durante seis meses. «Después de estar en el hotel, me iré a Alemania porque he aprendido alemán y allí te dan 150 euros para que vivas», asegura Mohamed, que invita a este periódico a conocer por dentro lo que es su casa de acogida en Madrid.
Entre sus paredes, una mujer de Yibuti cargada de equipaje relata a OKDIARIO la odisea de cruzar la cordillera del Atlas para alcanzar Europa. «Me escapé de mi marido que me pegaba, no estoy bien, quiero estar en España, mi vida allí no era buena, me quemaron mi tienda», lamenta mientras los recuerdos le hacen llorar. «Es mi último día aquí, un hombre que no conozco ha pagado por estar conmigo tres días», explica con desconsuelo.
Inmigrantes en Barajas
Previamente a la llegada al hotel, los inmigrantes pasan unas horas en las salas de asilo del aeropuerto de Barajas. Durante los últimos meses, estos espacios se han visto desbordados por la llegada masiva de inmigrantes. El aeropuerto llegó a habilitar salas adicionales en el aeropuerto para poder dar una respuesta a todos los inmigrantes.
Los propios trabajadores de estas salas denunciaron la insalubridad de las mismas, lo que provocó que los tres jueces de control que velan por que se cumpla la legalidad en estos espacios elevaran una queja. Tras ello, un representante de la ONU acudió a vigilar lo que estaba pasando. La ONU pidió más coordinación y colaboración del Gobierno para solucionar la crisis migratoria del aeropuerto de Barajas
Los empleados de Cruz Roja atienden a los inmigrantes y los agentes de la Policía Nacional son los encargados de vigilar las salas de asilo. Tras lo sucedido en los últimos meses, el jefe de asilo ha ordenado que personal de Cruz Roja esté siempre en las salas. «Hasta ahora estaban viniendo 10 o 15 minutos y muchos días ni venían», explican fuentes consultadas por este periódico que cada día atienden a los inmigrantes que llegan a Barajas.