CRISIS MIGRATORIA

Díaz contra Marlaska: envía una inspección al foco insalubre creado por Interior en Barajas

El Ministerio de Trabajo inspeccionará las salas de inmigrantes de Barajas a cargo de Interior y AENA

Una denuncia del SUP provoca una inspección a Interior en el aeropuerto de Barajas

inspección inmigrantes Barajas

Yolanda Díaz contra Fernando Grande-Marlaska. El Ministerio de Trabajo envía una inspección al foco insalubre de la inmigración en Barajas, responsabilidad del Ministerio del Interior y de AENA. La Inspección de Trabajo de Yolanda Díaz revisará hoy viernes las condiciones de insalubridad, hacinamiento e inseguridad en las que desempeñan su tarea los policías destinados a controlar la crisis de los inmigrantes en el aeropuerto de Barajas.

Una denuncia del Sindicato Unificado de Policía (SUP) alertando de las plagas de chinches, basura y falta de higiene, ha empujado al Ministerio de Trabajo a examinar al detalle la situación de las cuatro salas a cargo del departamento de Fernando Grande-Marlaska y AENA.

En su denuncia, el SUP exigía que se cerraran las salas de asilo si no se solucionaban de inmediato las condiciones de insalubridad, hacinamiento e inseguridad.

Así consta en el documento de registro al que ha tenido acceso OKDIARIO, que explica lo siguiente: «Se da cuenta a la Inspección Provincial de Trabajo de la plaga de chinches existentes en las salas de inadmitidos y asilados del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, así como de otros problemas de hacinamiento que sufren los usuarios y los policías por las infraestructuras carentes de medidas de seguridad».

La denuncia se interpuso el pasado 25 de enero por los representantes del SUP, en pleno pico de la crisis migratoria. Los inspectores de Trabajo llegan este viernes día 2 de enero, ocho días después, tras la apertura de una cuarta sala para contener la oleada de inmigrantes ilegales y la fumigación de dos de las salas tras las repetidas peticiones de los sindicalistas de la Policía.

Denuncias desde el verano

Los policías destinados en el aeropuerto de Madrid-Barajas ya habían advertido desde el pasado verano acerca de la crisis migratoria que amenazaba el aeródromo madrileño y de la falta de medios humanos y materiales para hacerle frente con rapidez.

En otoño, cuando comenzó la crisis, organizaciones como la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) se unieron a la denuncias del SUP sobre el hacinamiento de cientos de inmigrantes en Barajas, provocando que hasta los jueces con mando en las salas de asilo exigieran en diciembre una solución urgente al Ministerio del Interior.

No se tomó ninguna medida reseñable y, tal y como habían advertido los policías nacionales, a finales del año 2023 las salas de asilo de Barajas triplicaban su capacidad, albergando hasta a 150 personas en salas con capacidad para 50 y con tres baños compartidos para todas ellas. Colchones por los suelos, basura por todos lados y una imagen pésima de Madrid en el exterior.

Policías como ONG

Fue entonces cuando Interior y AENA habilitaron una tercera sala «provisional» para albergar a niños y mujeres, pero la medida se mostró insuficiente, hasta que Cruz Roja, harta de la situación de hacinamiento, plagas, basura e inseguridad en la que desempeñaba su trabajo con los inmigrantes ilegales de Barajas, abandonó el aeropuerto hace dos semanas.

Entonces sí, Interior y AENA reforzaron el número de policías en Barajas y  habilitaron una cuarta sala para alojar inmigrantes, aunque no reúne las mínima condiciones de seguridad, según los agentes.

En todos estos días, ninguna ONG ha sustituido a la Cruz Roja en su trabajo de asistencia a los inmigrantes. La solución de Interior ha sido que los policías se ocupen de parte de ese trabajo.

Así, desde hace unos días, los policías nacionales que en ocasiones se han ocupado de retirar los montones de basura que se acumulan en las salas de inmigrantes por la mala limpieza de las mismas, también están obligados a conseguirle la medicación a los inmigrantes ilegales y solicitantes de asilo, recibiendo las recetas del servicio médico de AENA, ocupándose de comprar los medicamentos y entregándolos a sus destinatarios.

La medida del Ministerio del Interior, comunicada por escrito a la comisaría del aeropuerto y desde ésta a los agentes y a las farmacias de la T4, ha sido recibida con cierta ironía por los policías.

«En absoluto nos molesta, entre nuestras funciones también está la de ayudar y proteger a estas personas, pero desde que se fue la Cruz Roja nos han convertido en la nueva ONG de Barajas», explican con sorna mientras atienden en todo lo que pueden a los inmigrantes esperando el relevo de una ONG que de momento no llega.

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