Marlaska convierte a la Policía en la ONG de los ilegales de Barajas: sacará la basura y comprará medicinas
Los policías de Barajas reciben la orden de ir a comprarle las medicinas a los inmigrantes ilegales
Nadie ha sustituido a Cruz Roja después de que se marchara del aeropuerto por el colapso migratorio
El ministro Grande-Marlaska ha convertido a la Policía Nacional en la nueva ONG que opera en Barajas tras la retirada de la Cruz Roja por el colapso de los inmigrantes ilegales en el aeropuerto. Los policías han recibido la orden de sus superiores de ocuparse de comprarle a los inmigrantes las medicinas y otros artículos que necesiten en la farmacia de la T4 de Barajas.
«Con motivo de la situación actual de las salas de asilo de este aeropuerto y debido a la retirada de las mismas de la atención que prestaba la Cruz Roja, este puesto fronterizo gestionará los medicamentos necesarios y recetados por los servicios médicos a los solicitantes de asilo de este aeropuerto que lo precisen». Así lo explica el comunicado (que llegó a la comisaría del aeropuerto de Madrid-Barajas y a la farmacia de la T4) al que ha tenido acceso OKDIARIO.
Desde hace unos días, los agentes están obligados a conseguirle la medicación a los solicitantes de asilo, una tarea más que asumen, junto a la de retirar la ingente cantidad de basura que generan los cientos de inmigrantes ilegales que se hacinan en el aeropuerto de Barajas por la falta de previsión del Ministerio del Interior.
Al menos, los policías no tendrán que pagar los medicamentos de su bolsillo como ya ha ocurrido en otras ocasiones, en el comunicado se especifican todos los detalles: «Se hará con transferencias bancarias semanales y el lugar de recogida de los medicamentos será en la farmacia de la Terminal T4».
«Somos la nueva ONG de Barajas»
La medida de Marlaska ha sido recibida con cierta ironía por los policías destinados a controlar a los inmigrantes en Barajas, desbordados por el colapso migratorio del aeródromo y soportando condiciones de trabajo de franca insalubridad e inseguridad. «En absoluto nos molesta, entre nuestras funciones también está la de ayudar y proteger a estas personas, pero desde que se fue la Cruz Roja nos han convertido en la nueva ONG de Barajas», explican con sorna.
Tras consultar estos hechos con el Sindicato Unificado de Policía (SUP), la formación sindical se manifiesta de la siguiente manera: «Como ya advertimos, desde que la Cruz Roja abandonó a su suerte a los asilados, las recetas para los medicamentos de los solicitantes de asilo se amontonaban días y días. Estaba claro a quién le iban a encargar tapar las vías de agua del barco que se hunde, a los de siempre» en referencia al nuevo trabajo encomendando a la Policía con los inmigrantes en Barajas.
Desde el sindicato también quieren dejar claro la postura de sus compañeros de Barajas: «Los policías haremos con mucho gusto lo que sea necesario para ayudar a estas personas, pero… ¿dónde están las ONG? Sólo prestan servicio cuando está todo limpio, y si no, Interior le encomienda el servicio a la Policía que trabaja con los inmigrantes de Barajas. Es otra más de las que estamos sufriendo en el aeropuerto».
Leve descenso de la presión migratoria
Afortunadamente, la presión migratoria en el aeropuerto ha descendido levemente en las últimas horas. A día de hoy, más de 270 inmigrantes se reparten en Barajas entre las 3 salas de asilo. Unos 140 inmigrantes en la sala 1, cerca de 80 en sala 3 y unos 50 en sala 2. La sala 4 sigue sin estar operativa tras desinfectarla ayer martes.
Los policías achacan esta mejora pasajera a que desde el lunes no están llegando viajeros de Senegal a través de Casablanca, porque se les está impidiendo el embarque en Marruecos. Al parecer, por fin funciona la cooperación con el reino vecino para impedir en origen que embarquen los inmigrantes ilegales que aprovechan la escala en Madrid para quedarse en España.
El lunes apenas llegaron viajeros, y en día de ayer solo hubo 8 solicitantes de asilo. «El problema es que hemos detectado una nueva nacionalidad que en breve sustituirá a los senegaleses como nuevos solicitantes de asilo, tal y como pasó también con los keniatas».
La única solución, según estas fuentes policiales, sería exigir el visado de tránsito a todos los países de África Subsahariana a los que a día de hoy no se les haya solicitado. Es la única forma de erradicar de una vez por todas este problema, que deja en situación de vulnerabilidad a estas personas, con deudas que después tienen que pagar a las mafias y que alimenta las redes de la inmigración ilegal hacia España y Europa.