Detienen a otro inmigrante ilegal en Barajas cuando se fugaba por un falso techo de la sala de asilo
Los inmigrantes irregulares recluidos en Barajas protagonizan cerca de 100 intentos de fuga en menos de cinco meses
Atrapan a otro inmigrante ilegal cuando intentaba fugarse a través de los controles automáticos de pasaportes
Efectivos de la Policía Nacional destinados en el aeropuerto de Madrid-Barajas han frustrado la enésima fuga de un inmigrante ilegal, ahora a través del falso techo de los baños de la sala de asilo 4 en la Terminal 4, una de las tres salas en las que se hacinan cientos de inmigrantes en situación irregular y peticionarios de asilo.
La fuga frustrada ha tenido lugar en la noche de ayer martes 16 de enero. Los inmigrantes aprovecharon esas horas para hacer un agujero en falso techo de una de las duchas del único baño del que dispone la sala donde se amontonan decenas de inmigrantes llegados por vía aérea a España en situación irregular.
Los agentes destinados a la custodia de las salas sospecharon de la actitud de varios inmigrantes que se congregaban junto al baño, efectuaron un registro y sorprendieron al inmigrante ilegal en plena fuga por los techos de Barajas.
Desde el pasado verano de 2023 el aeropuerto de Madrid-Barajas ha batido récords de fugas de inmigrantes en situación irregular en España. La Policía ha registrado 90 intentos de huida en las cinco últimas semanas y decenas de fugados han tenido éxito en su aventura.
Sólo entre el jueves y el viernes pasados, 26 inmigrantes registrados como «no admitidos» huyeron de las salas de Barajas donde están confinados fracturando una ventana. La Policía sólo ha conseguido detener a uno de ellos.
Muchos de los inmigrantes fugados estaban registrados como «inadmitidos», es decir, inmigrantes que han entrado en España de forma ilegal a través del aeropuerto de Madrid-Barajas y están esperando su devolución a sus países de origen.
El resto son solicitantes de asilo que también son concentrados en las mismas salas del aeródromo madrileño mientras se decide su situación. De esas casi 90 fugas, decenas de inmigrantes en situación irregular consiguieron huir de las salas de acogida, en algunos casos invadiendo las pistas del aeropuerto.
Según el Sindicato Unificado de Policía (SUP), que lleva meses denunciado la situación de desbordamiento de la inmigración en Barajas, el problema está en la pasividad del Ministerio del Interior y de AENA para resolver la preocupante situación.
Fugas de todo tipo
Las reiteradas quejas de los policías que trabajan en el aeropuerto exigiendo el refuerzo de medios materiales y personales para evitar este descontrol han caído en saco roto.
«Las paredes y los techos de cartón no sirven para evitar las fugas de cientos de personas hacinadas en tres salas y sometidas a una situación de privación de libertad similar al régimen penitenciario», puntualizan fuentes policiales a OKDIARIO desde el aeropuerto de Barajas.
A pesar de señalar los puntos débiles que dificultan el trabajo policial indispensable con los inmigrantes en Barajas, ni AENA ni el Ministerio del Interior toman medidas.
Así, sólo un día, el lunes, agentes de la Policía Nacional arrestaban a otro inmigrante ilegal en Barajas cuando se fugaba de la zona internacional del aeropuerto a través de los controles automáticos de pasaportes.
Otros prefieren escalar las vallas que separan la zona internacional aeroportuaria del punto fronterizo, algunos escapan por ventanas sin sellar aunque den directamente a las pistas del aeródromo, los menos intentan escabullirse en cuanto alguna puerta de salida de la zona restringida queda entreabierta durante los servicios de limpieza o de las ONG.
Entretanto, los inmigrantes no cesan de llegar. Ya sea sin papeles a través de los «vuelos trampa» hacia El Salvador u otros países latinoamericanos con escala en Madrid, o directamente como peticionarios de asilo al abrigo de la normativa de protección internacional.
Los agentes calculan que el número de inmigrantes irregulares o peticionarios de asilo que se agolpan en las tres salas de Barajas, las dos principales y la «provisional», ha crecido en las últimas semanas hasta rondar el número de 400 en unas instalaciones diseñadas para albergar a 250 personas.
Fracasa el intento de traslado al CIE
Ante semejante crisis migratoria en las instalaciones del aeropuerto, acentuada por una nueva plaga de chinches, el Gobierno ha enviado una remesa nueva de literas para los inmigrantes que duermen en el suelo.
La última iniciativa del departamento del ministro Grande-Marlaska consiste en trasladar a cada inmigrante ilegal desde Barajas al Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE) de Carabanchel, en Madrid.
Sin embargo, el llamativo dispositivo creado por Interior para esos traslados, con autobús y escolta, ha fracasado en su intento de trasladar a 40 inmigrantes y sólo ha logrado desplazar a 4 de ellos hasta el CIE.