Marjaliza queda libre en una causa del 2014 por narcotráfico, dos días después de acusar a Villar Mir y Granados
La Audiencia Nacional y el Ministerio Público dejaron fuera de una investigación sobre narcotráfico y blanqueo de dinero a David Marjaliza mientras se convertía para Anticorrupción en el testigo arrepentido de la ‘operación Púnica’. El promotor inmobiliario quedó definitivamente apartado de la causa el pasado 19 de enero, dos días después de que el constructor relacionara a Villar Mir con Francisco Granados en el cobro de comisiones ilegales.
La investigación del Juzgado Central de Instrucción número seis contra una red de narcotráfico y blanqueo que operaba en España, con la que la Guardia Civil relacionaba a Marjaliza, tuvo su arranque a mediados de 2014 por orden del juez Eloy Velasco. La causa se abría cuatro meses antes de que el mismo magistrado ordenara la gran redada contra la conocida como trama Púnica, en octubre de aquel mismo año. Entonces, Marjaliza, considerado el cerebro de la trama corrupta, era detenido por los delitos de cohecho, blanqueo, tráfico de influencias, organización criminal y falsificación, entre otros.
El nuevo titular del Juzgado, Manuel García Castellón, que instruye las dos causas desde mayo pasado tras reincorporarse a su plaza de magistrado del Central número 6, dictó un auto el 19 de enero de 2018, como consecuencia de la petición de la Fiscalía, por el que acordaba “el sobreseimiento provisional y el archivo de la presente causa respecto de David Marjaliza, sin perjuicio de que en un futuro pueda ser llamado a declarar como testigo en las actuaciones”.
La Audiencia Nacional concluía que, tras analizar la documentación y la comparecencia de Marjaliza, no se desprendía que el arrepentido de la Púnica conociera que los 160.000 euros prestados a otro de los imputados y que su sociedad Inversiones y Estudios Urbanos fueran utilizados para blanquear dinero procedente del narcotráfico.
Sin embargo, el auto que exoneraba judicialmente al colaborador de la Fiscalía Anticorrupción no era extensible a ningún otro imputado en las diligencias por narcotráfico.
Declaración por blanqueo, 3 años después
Se daba la circunstancia de que Marjaliza había declarado por primera vez en la Audiencia Nacional por el delito de blanqueo el 18 de octubre de 2017, en unas diligencias que habían sido abiertas tres años antes y habían pasado desapercibidas durante todo el tiempo que había durado la instrucción de la Púnica. Algo impensable en un tribunal central especializado en blanqueo, narcotráfico y corrupción, entre otros delitos, como es la Audiencia Nacional.
Lo más sorprendente es que la exoneración de Marjaliza por un delito de narcotráfico tras la petición de su abogado el 17 de octubre, con el visto bueno de la Fiscalía, se producía dos días antes de una nueva andanada del constructor contra supuestos integrantes de la trama de corrupción.
En su última comparecencia ante el instructor de la Púnica hace menos de un mes, Marjaliza responsabilizaba a Juan Manuel Villar Mir, presidente de OHL; a su yerno Javier López-Madrid -ya imputado-; a Antonio Martín Jiménez, directivo de OBRUM y presidente de AVINTIA; y a Jesús Miguel Trabada, consejero delegado de Madrid Infraestructuras del Transporte (MINTRA), entre otros, en operaciones corruptas relacionadas con las obras del Metro de Madrid.
El Juzgado señalaba que gracias a los correos analizados del ordenador de Marjaliza, a su último testimonio del 17 de enero y a las copias de las facturas presentadas se podía abrir una nueva investigación sobre la corrupción en la Púnica.
La defensa de Granados ha presentado un recurso de reforma contra el auto del juez. Consideran que Marjaliza acusa indiscriminadamente a Granados de delitos y que «se acuerde la práctica de toma de declaraciones, en calidad de investigados, de nuevos sujetos que nada tienen que ver con el presente procedimiento, o al menos ninguna relación tienen con el Señor Granados».
Añaden los letrados de Granados en el escrito que «el testimonio del señor Marjaliza baila al son y al ton que le marca la Fiscalía según sus necesidades acusatorias, tratando de realizar una instrucción a la carta». Se refiere el abogado a la causa por narcotráfico y blanqueo del año 2014 de la que ha sido apartado Marjaliza, curiosamente, dos días después de declarar como arrepentido de la Púnica contra el propio Granados y Villar Mir, relacionándolos con el cobro de comisiones.
Testigo muy protegido
Marjaliza se convirtió en el testigo estrella del caso Púnica, tras llegar a un pacto con Fiscalía Anticorrupción, aunque el constructor siempre lo ha negado. Cuando declaró por primera vez en junio de 2015 en la Audiencia Nacional, el empresario ya se veía envuelto en la investigación de la corrupción inmobiliaria de la Púnica y en las pesquisas sobre narcotráfico y blanqueo de dinero que desvela hoy OKDIARIO. Ambas estaban abiertas en el mismo Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional cuyo titular era entonces Eloy Velasco.
Pero además Marjaliza se enfrentaba a un tercer asunto por narcotráfico que aparecía en las escuchas telefónicas de la Púnica. Todos esos datos sirvieron para abrir la pieza Talamino que concluyó con una condena de dos años contra Francisco Granados por revelación de secretos.
Sin embargo, la acumulación de pruebas y evidencias que figuraban a lo largo del sumario nunca propició una investigación contra Marjaliza por tráfico de drogas. No obstante, las informaciones de OKDIARIO han servido para que un Juzgado de Madrid decida abrir una investigación contra los seis guardias civiles que renunciaron a seguir la pista del constructor.
Drogas y cintas de vídeo
En las escuchas telefónicas de la Púnica, el nombre de Marjaliza comenzó a aparecer en septiembre de 2014 relacionado con un narcotraficante colombiano llamado Eduardo Arellano El Cojo, pero ni la Fiscalía ni la UCO de la Guardia Civil se esforzaron por abrir una investigación al promotor inmobiliario.
En las conversaciones telefónicas se le escuchaba a Marjaliza exteriorizar su preocupación porque lo relacionaran con los narcos colombianos por “tráfico de armas, drogas, blancas o putas”, decía. Según las transcripciones de la Guardia Civil, el constructor pronunciaba frases como: “Ningún amigo quiere comprar más coches, véndelos todos echando leches y que cobren todos”. Para los investigadores cuando se refería a los “coches” estaba hablando de cargamentos de droga.
La colaboración de Marjaliza con la Fiscalía obtuvo el premio que él pretendía: quedó en libertad el 31 de diciembre de 2015 para pasar la Nochevieja en casa, tras pagar una fianza de tan sólo cien mil euros. Francisco Granados, a quien se le vinculaba con el constructor, quedó en libertad un año y medio después, en junio de 2017, previo pago de una fianza de 400.000 euros. Pasó en prisión, finalmente, dos año y medio.